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“PARA PREVENIR, PARA DECIDIR, ...SABER ES UN DERECHO”
60 . Manuela Ramos
la incorporación transversal de los enfoques de género, derechos humanos e interculturalidad en
los módulos, cuestiona permanentemente las jerarquías y formas de discriminación y violencia que
contribuyen a mellar la autoestima de las y los adolescentes. Adicionalmente, los diferentes ejercicios
y espacios de participación ayudaron a mejorar la autoconfianza de las y los adolescentes, como se
describe en el capítulo 3.
Otra crítica común de un sector de docentes era que “sólo se habla de condones”, lo que no
se condecía con la manera en que se concibieron y desarrollaron los talleres de capacitación de
promotores juveniles, pero tendría que ver con una serie de connotaciones negativas sobre el uso del
condón que aparecieron asociadas a temores de los docentes en sus discursos sobre el incentivo de la
iniciación sexual y la promiscuidad.
Estructura y metodología
Cada capítulo de los manuales de capacitación se inicia con “la caja del saber” que contiene las ideas
e información básica que debe manejar el facilitador antes de iniciar la sesión. Cada sesión empieza
con dinámicas y preguntas motivadoras que fomentan la reflexión y el análisis de situaciones de
manera individual o grupal. Luego, los resultados de estos ejercicios son comentados en una plenaria
por el conjunto de participantes y el facilitador. Partiendo de las ideas y situaciones expresadas en la
plenaria, el facilitador resalta algunos conceptos centrales sobre cada tema. La sesión concluye con
compromisos que voluntariamente expresan los participantes y una evaluación de la misma.
Las técnicas y dinámicas mencionadas en el manual podían ser modificadas o adecuadas por los
equipos regionales dependiendo del grupo, las personas y el contexto de trabajo. Esta flexibilidad se
basa en el criterio de que lo más importante no es seguir el módulo al pie de la letra, sino escuchar a
los participantes, propiciar que vinculen sus experiencias personales con los nuevos conocimientos, y
tomar en cuenta las relaciones que se dan entre ellos.
La secuencia de temas y contenidos fue la misma para todos los grupos de edad, pero con algunas
especificaciones metodológicas que fueron afinándose y recreándose por los equipos regionales.
Inicialmente se pensó en tres grupos de edad (10-14 años, 15-19 y 20-24 años), pero luego, dado
que el grupo de 20-24 se redujo significativamente o fue inexistente en algunos distritos, se trabajó
con dos grupos. La coordinadora nacional del proyecto, resume el proceso del siguiente modo:
Se dividen en grupos, aunque es la misma guía. Al inicio se pensó toda la estrategia para tres grupos,
pero en términos metodológicos no eran grandes brechas. Finalmente, se usó una guía homogénea
con algunos señalamientos para grupos por debajo y por encima de los 14, ejercicios y metodologías
alternativas. Está basada mucho en la experiencia que van acumulando los propios facilitadores.
Los equipos regionales hacían sus propias adecuaciones. Se agenciaban sus propios recursos
metodológicos para cuando trabajaban con menores o mayores. [...] Se mantuvo así para todos los
procesos de capacitación, dos grupos: menores de 14 y de 15 para arriba.
(COORDINADORA NACIONAL).