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“PARA PREVENIR, PARA DECIDIR, ...SABER ES UN DERECHO”
36 . Manuela Ramos
Inicialmente para todo el equipo, aunque quizá no R que ya venía de la experiencia de Repro, era
difícil el lenguaje inclusivo de “las” y “los” chicos, de recordarnos como llamarnos y tratarnos. Pero
ayudó que cuando hacíamos los talleres íbamos en bloque, nos ayudó a vernos como facilitábamos
los talleres y luego hacíamos una evaluación para ver en que habíamos fallado, a quiénes tenemos
que darle la palabra, no monopolizar la conversación en dos o tres personas, sino dar la oportunidad
a aquellas chicas que no participaban mucho. La idea era brindar espacios a las chicas que no
participaban, ir recordando el tema de la participación desde el enfoque de género, porque es cierto
desde el punto de vista técnico que las que hablan más te hacen más fácil la vida para recabar
información.
(COORDINADORA REGIONAL, HUANCAVELICA).
Si bien la mayor parte de los integrantes de los equipos regionales de Manuela Ramos tenían ya
experiencia de trabajo con adolescentes o en temas de salud sexual y reproductiva, trabajar desde una
perspectiva de género y derechos en el campo de la sexualidad de los adolescentes fue un aprendizaje
continuo que modificó no sólo sus enfoques de trabajo sino también cambió gradualmente sus vidas
personales.
Aún para quienes venían de la experiencia de ReproSalud, para quienes estos enfoques eran muy
familiares, hubo nuevas enseñanzas relacionadas con las particularidades y retos de trabajar con
adolescentes, que les ayudaron a entenderlos mejor, incluyendo a sus propios hijos (es diferente trabajar el
tema de derechos sexuales con mujeres adultas que con adolescentes mujeres cuestionadas por su género
y edad). Sin embargo, el reto fue mayor para quienes estos enfoques eran nuevos o relativamente
nuevos. Dos hombres jóvenes sin experiencia en estos enfoques, que se incorporaron al equipo
regional de Ucayali, vieron cuestionadas sus propias vivencias y se toparon incluso con similares
formas de presión que los beneficiarios del proyecto (ver Transformándose para transformar y ¿El burro
hablando de orejas?: Soy beneficiario del proyecto).
Una idea común en la reflexión de los integrantes de los equipos regionales era que para trabajar
desde los enfoques de género y derechos tenían que gradualmente ir cambiando no sólo sus
actitudes y prácticas en su quehacer profesional, sino también en sus relaciones cotidianas con la
familia, amigos y pareja. A la vez, esta reflexión se llevó a las conversaciones y situaciones cotidianas
compartidas con los y las adolescentes y jóvenes, y ayudó al equipo regional a estar muy atentos y
sensibles para reflexionar con ellos sobre las diversas maneras en que se reproducen las inequidades de
género o se desconocen los derechos sexuales de los y las adolescentes.