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“PARA PREVENIR, PARA DECIDIR, ...SABER ES UN DERECHO”
146 . Manuela Ramos
Fue más por una invitación del profesor de (del curso) Persona Familia [...] Yo dije, “a ver, será de ver”.
[...] Y sí, me gustó, conocía gente y me gustaba ese tipo de trabajo y más me gustaba como dicen, ser
líder, dirigir grupos y ya me quedé. [...]
(PROMOTOR JUVENIL, 16 AÑOS, HUANCAVELICA).
Mayormente, el liderazgo es lo que me hizo quedar porque es importante, [...] la mejor opción era el
liderazgo porque se puede decir lo que necesitamos también.
(PROMOTOR JUVENIL, 22 AÑOS, ACOBAMBA, HUANCAVELICA).
B. Aprendizajes y cambios
Las y los adolescentes y jóvenes que participaron del proyecto dieron cuenta de una serie de
aprendizajes que les ayudaron a verse y relacionarse con los demás de un modo diferente, abarcaron
diversos ámbitos de sus vidas, y superamos una serie de retos.
En estos procesos fueron fundamentales la mayor confianza en sí mismos, el empezar a verse como
sujetos de derechos, ir perdiendo la vergüenza para hablar de su sexualidad, así como la ampliación
de sus capacidades para expresarse y tomar decisiones sobre su sexualidad y otros aspectos de su
vida. En muchos casos, los promotores juveniles constituyeron, también, agentes multiplicadores de
cambio con sus familiares y amigos.
Los cambios referidos se dieron mayormente en contextos adversos, caracterizados por controversias
y resistencias a un abordaje abierto y científico sobre la sexualidad. Estas últimas se expresaron, por
ejemplo, en una inicial oposición de un sector de padres y maestros a que los adolescentes participen
de las actividades del proyecto, la negación de métodos anticonceptivos a adolescentes en los servicios
de salud por considerarlos muy jóvenes para tener relaciones sexuales, así como en la estigmatización,
burla, sanciones o represalias (por ejemplo, bajar la nota) por involucrarse con el discurso y
actividades del proyecto. Esta situación contribuyó a la deserción de algunos de los promotores
juveniles, pero a la vez al fortalecimiento de capacidades y liderazgo entre los adolescentes para
argumentar y defender los nuevos conocimientos adquiridos, sus puntos de vista y derechos.
Confianza en sí mismos
La reflexión sobre sus derechos y valores culturales, la adquisición de nuevos conocimientos sobre
salud sexual y reproductiva, y su reconocimiento como promotores juveniles en estos temas, ayudó
a que chicos y chicas se sientan valiosos e importantes. La experiencia de poder enseñar a sus
pares y gestionar proyectos comunitarios, incrementó su autoconfianza y mejoró su autoimagen,
contrarrestando experiencias de discriminación (por edad, procedencia étnica o género), así como
sentimientos de menoscabo y disminución.
Antes tenía baja mi autoestima, pensaba que yo soy un tonto, un burro que no sabía nada. Pero cuando
llegaron esos temas de Manuela Ramos entendimos que éramos personas valiosas y capaces, ahora
tengo una autoestima ya no tan baja sino elevada.
(PROMOTOR JUVENIL, 15 AÑOS, COMUNIDAD SHIPIBA DE SAN FRANCISCO, UCAYALI).