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“PARA PREVENIR, PARA DECIDIR, ...SABER ES UN DERECHO”
120 . Manuela Ramos
La implementación de los servicios diferenciados para adolescentes y su apoyo a las y los promotores
juveniles se vieron limitados por la poca prioridad que se le ha dado a esta etapa de vida en el sector
salud, y los aspectos que afectan al sector salud en general, como la falta de presupuesto y personal.
Sin embargo, las diferentes perspectivas del personal de salud frente a la sexualidad y derechos de
las y los adolescentes, jugaron también un papel fundamental. Algunas prestadoras de salud de los
consultorios para el adolescente se involucraron con los mensajes y actividades de los SP y apoyaron
el trabajo educativo e informativo de los promotores juveniles. Así, por ejemplo este personal estuvo
presente en las ferias informativas, replicó actividades educativas, acudió a responder consultas en los
programas de radio, y brindó orientación e insumos anticonceptivos cuando estos eran requeridos
por las y los adolescentes que acudían a sus servicios.
En otros casos, el personal de salud se mostró renuente a proveer información e insumos
anticonceptivos a chicos o chicas que acudieron a los servicios a su cargo. El discurso que prevalece
entre las y los prestadores es que las y los adolescentes aun no están preparadas/os para tener
relaciones sexuales ni tomar decisiones sobre ello. Insisten en la necesidad de orientarlos en valores y
buscan convencerles de postergar sus relaciones sexuales.
G. Incidencia política a favor de los derechos sexuales y reproductivos de los adolescentes
Esta estrategia se orientó a crear las condiciones sociales y políticas favorables a la incorporación
de la temática de la salud y derechos sexuales y reproductivos de las y los adolescentes en la agenda
de discusión y decisiones políticas, así como a su participación como ciudadanos activos de la
comunidad. Se desarrollaron tres tipos de actividades para lograrlo:
talleres de sensibilización e intercambio para incidir en la agenda local y nacional;
campañas comunicacionales a través de medios masivos; y
participación de las y los adolescentes en espacios públicos, planes y presupuestos
participativos, que les permitan acceso a recursos locales para implementar sus propuestas,
especialmente en el ámbito de los derechos sexuales y reproductivos.
Las principales audiencias de estas actividades fueron líderes sociales y autoridades locales, así
como asociaciones de padres y madres de familia. También, se consideró una audiencia más masiva
compuesta por los otros adolescentes y jóvenes que sin haberse involucrado en el proyecto, pueden
generar corrientes de opinión y tener presencia a nivel local o simplemente una audiencia para los
mensajes educativos claves a favor de los derechos sexuales y reproductivos.
G.1. Talleres de sensibilización e intercambio para incidir en la agenda local y nacional
En diferentes momentos del proyecto, se propiciaron espacios para la sensibilización y diálogo con
personas en posiciones claves para favorecer los derechos y la salud sexual y reproductiva de los
adolescentes. Estos intercambios buscaron interesar a padres y madres de familia, líderes sociales,
y autoridades respecto a las perspectivas y necesidades de las y los adolescentes, de tal modo que se
facilitara su inclusión en la agenda local, regional o nacional.