libreto: La italiana en Argel - La Arcadia Jerez

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esbozos de figurines de Jesús ruiz para personajes secundarios de esta producción de la célebre ópera de rossini. siné, el avión, o los alargados Lancia o Isotta Fraschini recortados en cartón . En ese fondo de restallantes colores, sol abrasador o lunas sugestivas, Isabella despliega su elegancia en su magnífico vestuario de viaje, tributario de Jacques Fath o Schiaparelli, para admiración, codicia o a veces sana envidia de la fauna del hotel: los botones de bombacho y fez, el sexy y millonario Mustafá, de pecho broncíneo, el refinadísimo Haly, las espectaculares starlets de ceñidos corpiños y tentadores ombligos, los atemorizantes gigantes de ébano y, en fin, el galán deportista, Lindoro, que alterna su ropa safari y su look casual con su uniforme de recepcionista jefe . TeaTro VillamarTa 26 Camareras, socorristas, cocineros, femmes de chambre, completan el entourage, en el que no faltan los híperexplotados italianos que fatigan hornos y ofrecen masajes . Y, desde luego, el incombustible Rossini, con cuya música sutil e irresistible, vital y exquisita, alocada y chispeante, los personajes estornudan, beben café, planean fugas, dobles matrimonios y organizan para deleite de los clientes del hotel las maravillosas ceremonias en las que uno puede ser ungido Kaimakán o Papatacci . GuSTaVo TamBaSCio Diciembre 2008

argumento arGumenTo aCTo i Una pequeña sala del palacio de Mustafá, Bey de Argel . Elvira, esposa del bey, se lamenta de que su esposo ya no la ame, Zulma, su esclava y confidente y los eunucos que la rodean, tratan de consolarla diciéndole que debe resignarse porque el destino de toda mujer es el sufrimiento . Entra Mustafá y en tono autoritario y arrogante le señala que nada de lo que haga servirá ya . Cundo el bey queda a solas con Haly le confiesa que está harto de su esposa y que desea que ésta se case con Lindoro, su joven esclavo italiano y así podérsela quitar de encima, acto seguido le pide al capitán de los corsarios que capturen para él una nueva esposa, italiana, de carácter más vivo; si en seis días no la consigue lo hará empalar . Lindoro, que se encuentra prisionero en Argel desde hace tres meses, añora a su amada y espera con impaciencia la ocasión de poder regresar a su país, pero la nueva orden de Mustafá le sume aún más en el desanimo . Una playa . Los corsarios han capturado un navío que la tempestad ha arrojado sobre el arrecife, entre los pasajeros se encuentra Isabella, quien se ha embarcado en busca de su enamorado Lindoro . Rodeada de corsarios, cae pronto en la cuenta de que debe aprovechar sus encantos para enderezar la situación . Junto a Isabella también ha sido apresado Taddeo, su compañero de viaje y pretendiente, que, visto lo cual, se hace pasar por su tío . Cuando Haly se entera de que son italianos, exultante de alegría vaticina a Isabella el favor especial del bey, convertida “en la estrella y el resplandor de su serrallo” . Estas palabras sirven para poner celoso a Taddeo y exasperar a Isabella por considerarlo un entrometido con pretensiones sobre ella . Tras una corta discusión comprenden que, a pesar de todo, es mejor estar unidos ante posibles eventualidades . Una pequeña sala del palacio . Mustafá comunica a Lindoro que han pagado el rescate de un navío veneciano que en breve zarpará rumbo a Italia y le ofrece la posibilidad de lograr su libertad si se lleva a su esposa y a su esclava Zulma . Lindoro acepta y abandona la sala cuando entra Haly para anunciar al bey la feliz noticia del apresamiento de una hermosa italiana . Mustafá despide a Elvira y Zulma para acudir, embargado en deseos, a recibirla “dignamente” . Un gran salón de palacio . Cuando le presentan a Isabella, Mustafá queda embelesado por su hermosura, situación que ella aprovecha para solicitar que dejen libre a Taddeo, quien también ha sufrido la amenaza del empalamiento . Aparecen Lindoro, Elvira y Zulma para despedirse del bey . Isabella se siente turbada cuando reconoce a Lindoro, pero pronto

esbozos de figurines de Jesús<br />

ruiz para personajes secundarios<br />

de esta producción de la célebre<br />

ópera de rossini.<br />

siné, el avión, o los alargados <strong>La</strong>ncia o Isotta<br />

Fraschini recortados <strong>en</strong> cartón .<br />

En ese fondo de restallantes colores, sol<br />

abrasador o lunas sugestivas, Isabella despliega<br />

su elegancia <strong>en</strong> su magnífico vestuario de<br />

viaje, tributario de Jacques Fath o Schiaparelli,<br />

para admiración, codicia o a veces sana <strong>en</strong>vidia<br />

de la fauna del hotel: los botones de bombacho<br />

y fez, el sexy y millonario Mustafá, de pecho<br />

broncíneo, el refinadísimo Haly, las espectaculares<br />

starlets de ceñidos corpiños y t<strong>en</strong>tadores<br />

ombligos, los atemorizantes gigantes de ébano<br />

y, <strong>en</strong> fin, el galán deportista, Lindoro, que alterna<br />

su ropa safari y su look casual con su<br />

uniforme de recepcionista jefe .<br />

TeaTro VillamarTa 26<br />

Camareras, socorristas, cocineros, femmes<br />

de chambre, completan el <strong>en</strong>tourage, <strong>en</strong><br />

el que no faltan los híperexplotados italianos<br />

que fatigan hornos y ofrec<strong>en</strong> masajes .<br />

Y, desde luego, el incombustible Rossini,<br />

con cuya música sutil e irresistible, vital<br />

y exquisita, alocada y chispeante, los personajes<br />

estornudan, beb<strong>en</strong> café, planean fugas,<br />

dobles matrimonios y organizan para deleite<br />

de los cli<strong>en</strong>tes del hotel las maravillosas ceremonias<br />

<strong>en</strong> las que uno puede ser ungido Kaimakán<br />

o Papatacci .<br />

GuSTaVo TamBaSCio<br />

Diciembre 2008

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