libreto: La italiana en Argel - La Arcadia Jerez
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pesar de su inagotable ingenio, habrá de delegar dos números a un colaborador, que por cierto lo hace francamente bien, así como la mayor parte de los recitativos seccos . El libreto Curiosamente, y en contra de la costumbre de la época -y suya propia-, Rossini no recurre a ninguna otra música anterior, sino que toda ella es nueva; ahora bien, en lo teatral omite el trámite de encontrar un libro que le interesase, para posteriormente tener que reducirlo a libreto en colaboración con el autor o con un libretista ajeno . No había tiempo más que para echar mano de un libreto ya existente, y para ello se basa en éste que nos ocupa, obra de Angelo Anelli, al que ya había puesto música anteriormente Luigi Mosca en Milán (1808) . Parece que Anelli tomó la idea de un hecho auténtico que había leído en los periódicos milaneses tan sólo tres años antes: una dama de Milán, Antonietta Frapolli, había sido secuestrada por las tropas del Bey de Argel, Mustafa-ibn-Ibrahim . El argumento volvió a interesar cinco años después a Rossini, que veía en él no sólo un argumento magnífico de ópera, sino la posibilidad de dramatizar dos ideas recurrentes en su teatro: la mujer poderosa, muy por encima de las convencionalidades y de su tiempo, y de otro lado, la ocasión de reivindicar –como lo haría Verdi años después- la idea de patria italiana frente a posibles invasores . En cuanto a la primera TeaTro VillamarTa 16 idea, piénsese en El barbero para ver la concomitancia: en la cavatina del segundo acto –aunque su declaración de intenciones ya venía del primero, en Cruda sorte- vuelve a pasar de una adorable y deseada mujer a una fría y calculadora administradora de sus encantos . Recordemos a la joven Rosina en Una voce poco fa, exactamente igual . E igualmente mezzo (no es una voz virginal e inocente, engañada por los hombres, sino mujer que sabe de su poder y cómo usarlo); de modo parecido, está enamorada de un Lindoro muy por debajo de ella . Decimos que Rossini se basa en ese libreto porque no lo toma tal cual, sino que lo adapta a su concepción dramática . Como otros grandes compositores, tiene muy clara la necesidad de una focalización de la línea dramática en puntos destacados y procura no perderse en paseos inútiles . Esto no es desdeñable, porque esta idea aumenta el mérito del maestro de Pésaro: será su primera ópera cómica propiamente dicha, y marcará la senda a seguir por obras venideras . El tema principal estriba en torno a la dominación de Mustafá por Isabella . La relación entre ésta y Lindoro es absolutamente menor, y con Taddeo prácticamente ficticia; pero con todo suponen novedades con respecto a las óperas turcas de la época . Conocida, pues, la pareja protagonista, Rossini suprimirá una cavatina de Taddeo y un aria de Lindoro que figuraba en el libreto original de Anelli, a la vez que perfila mejor el aria de Mustafá Già d’insolito amore . De igual manera son añadidos los finales de ambos actos, que suponen el hallazgo de las onomatopeyas introducidas casi al término
Dibujos de alessandro Sanquirico (1777-1849) para el diseño de los decorados del estreno de la italiana en argel en el Teatro San Benedetto de Venecia el 22 de mayo de 1813. del primer acto (Nella testa un campanello), que pronto se hicieron populares (din, din, tac, tac, bum, bum, cra, cra) . Por lo que respecta al acto segundo, el dúo que lo abría aquí da para dos cavatinas, la de Lindoro y el final del famoso quinteto, que también es añadido . Acaso esto sea debido a la intención de Rossini de delegar la acción a los conjuntos, mientras la supresión del dúo de amor supone la huida de toda trampa sentimental –y de los dúos– a favor de la comicidad siempre buscada; aunque no hay que descartar que también de esta manera ningunea al personaje de Lindoro, toda vez que hace de su amor algo completamente teatral, para subrayar una vez más la fuerte y autárquica personalidad de Isabella . El código Rossini La música es la propia del dramma giocoso de fines del siglo XVIII, con los añadidos turcos, en los que la tímbrica supone un hecho trascendental . Se cuenta con un triángulo, címbalos, tambor y bombo, a los que Rossini añade en el quinteto del acto II la catuba, que no hay acuerdo general sobre qué fuese, pero que podría relacionarse más bien con una suerte de bombo . Musicalmente encontramos un tratamiento reiterativo, incluso cíclico en algunas de sus arias, pero lo que más nos llama la atención es la adopción de una especie de esquema general, válido para todas sus óperas cómicas, y especialmente útil en este caso, dado la iTaliana en arGel 17 el limitado espacio de tiempo en el que hubo de componer la ópera . El primer elemento constituyente es la división en dos actos de diferente duración y esquematización, asignándose al primero de ellos el planteamiento de la situación y el desarrollo de la misma, mientras el segundo asumía la solución . No discute ni plantea otra estructuración que la división tradicional entre recitativos y arias, dúos y tríos, aunque lo más sobresaliente y personal es el uso de grandes conjuntos en momentos estructurales de la obra: al final del primer acto (Finale primo) coloca uno de estos puntos cenitales de la ópera, mientras que en el segundo será el quinteto, hacia la mitad del mismo, hasta la llegada del último gran conjunto (Finale secondo), de algo menor duración que el primero, y más ligero . El primer finale es el más completo, largo, trabajado, como todo el acto, y pone punto final a tres espléndidas arias del trío protagonista, las mejores, y dos dúos, y eso que Rossini no era muy amante del género a dos, mientras que el segundo acto, prefiere más conjuntos, como el trío y el quinteto, además de otro finale . Todo ello supondrá un modelo que desarrollará en óperas cómicas posteriores . Un rasgo más nos apunta Damien Colas: “La dramaturgia cómica rossiniana, fundamentada sobre una frecuente disociación entre texto y música, lleva este procedimiento en La italiana al extremo . Numerosos pasajes de la partitura muestran con qué audacia la música contradice el texto” . Por sorprendente que nos parezca, el efecto que causa es el de hacer más cómicas -con frecuencia más surrealistas- algunas actitudes, siempre para
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como la mayor parte de los recitativos<br />
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El <strong>libreto</strong><br />
Curiosam<strong>en</strong>te, y <strong>en</strong> contra<br />
de la costumbre de la época -y<br />
suya propia-, Rossini no recurre<br />
a ninguna otra música anterior,<br />
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posteriorm<strong>en</strong>te t<strong>en</strong>er que reducirlo a <strong>libreto</strong><br />
<strong>en</strong> colaboración con el autor o con un libretista<br />
aj<strong>en</strong>o . No había tiempo más que para<br />
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ello se basa <strong>en</strong> éste que nos ocupa, obra de<br />
Angelo Anelli, al que ya había puesto música<br />
anteriorm<strong>en</strong>te Luigi Mosca <strong>en</strong> Milán (1808) .<br />
Parece que Anelli tomó la idea de un hecho<br />
auténtico que había leído <strong>en</strong> los periódicos<br />
milaneses tan sólo tres años antes: una dama<br />
de Milán, Antonietta Frapolli, había sido<br />
secuestrada por las tropas del Bey de <strong>Argel</strong>,<br />
Mustafa-ibn-Ibrahim . El argum<strong>en</strong>to volvió a<br />
interesar cinco años después a Rossini, que<br />
veía <strong>en</strong> él no sólo un argum<strong>en</strong>to magnífico<br />
de ópera, sino la posibilidad de dramatizar<br />
dos ideas recurr<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> su teatro: la mujer<br />
poderosa, muy por <strong>en</strong>cima de las conv<strong>en</strong>cionalidades<br />
y de su tiempo, y de otro lado, la<br />
ocasión de reivindicar –como lo haría Verdi<br />
años después- la idea de patria <strong>italiana</strong> fr<strong>en</strong>te<br />
a posibles invasores . En cuanto a la primera<br />
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idea, piénsese <strong>en</strong> El barbero para ver la concomitancia:<br />
<strong>en</strong> la cavatina del segundo acto<br />
–aunque su declaración de int<strong>en</strong>ciones ya<br />
v<strong>en</strong>ía del primero, <strong>en</strong> Cruda sorte- vuelve a<br />
pasar de una adorable y deseada mujer a una<br />
fría y calculadora administradora de sus <strong>en</strong>cantos<br />
. Recordemos a la jov<strong>en</strong> Rosina <strong>en</strong> Una<br />
voce poco fa, exactam<strong>en</strong>te igual . E igualm<strong>en</strong>te<br />
mezzo (no es una voz virginal e inoc<strong>en</strong>te, <strong>en</strong>gañada<br />
por los hombres, sino mujer que sabe<br />
de su poder y cómo usarlo); de modo parecido,<br />
está <strong>en</strong>amorada de un Lindoro muy por<br />
debajo de ella .<br />
Decimos que Rossini se basa <strong>en</strong> ese <strong>libreto</strong><br />
porque no lo toma tal cual, sino que<br />
lo adapta a su concepción dramática . Como<br />
otros grandes compositores, ti<strong>en</strong>e muy clara<br />
la necesidad de una focalización de la línea<br />
dramática <strong>en</strong> puntos destacados y procura no<br />
perderse <strong>en</strong> paseos inútiles . Esto no es desdeñable,<br />
porque esta idea aum<strong>en</strong>ta el mérito del<br />
maestro de Pésaro: será su primera ópera cómica<br />
propiam<strong>en</strong>te dicha, y marcará la s<strong>en</strong>da a<br />
seguir por obras v<strong>en</strong>ideras .<br />
El tema principal estriba <strong>en</strong> torno a la dominación<br />
de Mustafá por Isabella . <strong>La</strong> relación<br />
<strong>en</strong>tre ésta y Lindoro es absolutam<strong>en</strong>te m<strong>en</strong>or,<br />
y con Taddeo prácticam<strong>en</strong>te ficticia; pero con<br />
todo supon<strong>en</strong> novedades con respecto a las<br />
óperas turcas de la época .<br />
Conocida, pues, la pareja protagonista,<br />
Rossini suprimirá una cavatina de Taddeo<br />
y un aria de Lindoro que figuraba <strong>en</strong> el <strong>libreto</strong><br />
original de Anelli, a la vez que perfila<br />
mejor el aria de Mustafá Già d’insolito amore .<br />
De igual manera son añadidos los finales de<br />
ambos actos, que supon<strong>en</strong> el hallazgo de las<br />
onomatopeyas introducidas casi al término