Prevenir no es curar
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<strong>Prevenir</strong> <strong>no</strong> <strong>es</strong> <strong>curar</strong>. La prisión preventiva en Argentina<br />
atención a los reclusos, con las <strong>es</strong>pecialidad<strong>es</strong> médicas nec<strong>es</strong>arias para los di-<br />
versos casos que puedan pr<strong>es</strong>entarse. Entre las debilidad<strong>es</strong>, se señala justa-<br />
mente que “<strong>no</strong> parece existir en la unidad central de sanidad un servicio de in-<br />
formación sanitaria que recoja con periodicidad información de enfermedad<strong>es</strong><br />
prevalent<strong>es</strong> y datos de g<strong>es</strong>tión, ni un servicio de epidemiología y protección de<br />
la salud que coordine una posible actividad programada de salud pública”. En<br />
consecuencia, “se trabaja con una orientación únicamente de atención asisten-<br />
cial (asistencia a demanda y urgencia). Aunque el diagnóstico y tratamiento<br />
de la enfermedad sean correctos, <strong>no</strong> hay accion<strong>es</strong> preventivas que evitarían<br />
muchos casos”.<br />
Por su parte, el Informe Anual 2010 de la Procuración Penitenciaria de la Na-<br />
ción 19 considera que existe una d<strong>es</strong>proporción crónica entre la demanda (aso-<br />
ciada a la superpoblación de las unidad<strong>es</strong> y a la modalidad de vida dentro de<br />
ellos) y la disponibilidad de recursos huma<strong>no</strong>s para la atención oportuna. A<br />
ello se suman los traslados entre penal<strong>es</strong> de las personas detenidas –que afec-<br />
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ción con los centros de salud local<strong>es</strong>.<br />
Los relatos recogidos en las entrevistas a personas ex – detenidas y a sus fa-<br />
miliar<strong>es</strong> (ver “Detenidos y familiar<strong>es</strong>. El doble castigo del sistema penal”, en<br />
<strong>es</strong>te volumen), así como los casos que suelen llegar a las organizacion<strong>es</strong> de de-<br />
rechos huma<strong>no</strong>s, a menudo mu<strong>es</strong>tran cómo la atención sanitaria dentro del<br />
penal <strong>es</strong>tá ligada a las exigencias de la defensa legal. El circuito más frecuente<br />
se inicia con una comunicación telefónica de la persona detenida a un familiar,<br />
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dient<strong>es</strong> con acc<strong>es</strong>o irregular a la medicación, o cuadros tal<strong>es</strong> como bronquitis,<br />
diarrea, etc. cuya duración y evolución r<strong>es</strong>ulta preocupante para quien la pa-<br />
dece. Tras la comunicación con la persona detenida, el familiar se contacta con<br />
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defensa (por sí misma, o en articulación con el juez o tribunal de la causa), libra<br />
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que en el transcurso de <strong>es</strong>e mismo día el médico de la unidad penal revise a la<br />
persona detenida. Todo indica que el penal cumple en tiempo y forma la exigen-<br />
cia proveniente de la defensa pública.<br />
Este tipo de comunicacion<strong>es</strong> forma parte del trabajo cotidia<strong>no</strong> de numerosas<br />
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disponibilidad de personal sanitario dentro de los penal<strong>es</strong> <strong>no</strong> guarda una re-<br />
19. Disponible en http://www.ppn.gov.ar/<br />
Derechos fundamental<strong>es</strong> dentro de los penal<strong>es</strong> federal<strong>es</strong>.