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Prevenir no es curar

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<strong>Prevenir</strong> <strong>no</strong> <strong>es</strong> <strong>curar</strong>. La prisión preventiva en Argentina<br />

le habíamos dicho que mamá <strong>es</strong>taba en Chile, trabajando, pero que la<br />

dejaban venir un rato, que era cuando la visitábamos. A las mayor<strong>es</strong> <strong>no</strong>s<br />

revisaban todas, a las más chicas solo l<strong>es</strong> hacían sacarse las zapatillas.<br />

Era quilombo para entrar y quilombo para salir: la abuela llorando, todos<br />

llorando… era insoportable. Además, era mucha plata de viaje, y todo era<br />

re-caro, porque había que comprarlo en el negocio que <strong>es</strong>tá en la cárcel,<br />

<strong>no</strong> en un negocio común. Y todo lo tenías que trasladar a otra bolsa, el<br />

azúcar, la yerba...”<br />

Silvana <strong>es</strong>tuvo detenida dos vec<strong>es</strong>, por robo. En la primera oportunidad,<br />

su hija de dos años quedó a cargo de la cuñada. La segunda vez, Silvana<br />

y su marido fueron detenidos por el mismo hecho. La hija, que para <strong>es</strong>a<br />

fecha ya tenía nueve años, volvió a quedar a cargo de la tía, que a los dos<br />

m<strong>es</strong><strong>es</strong> la entregó a un Juzgado de Me<strong>no</strong>r<strong>es</strong>.<br />

Amalia <strong>es</strong>tá separada de su marido, y tiene 5 hijos, entre 26 y 9 años.<br />

Cuando fue detenida (simultáneamente con el ex – marido y su suegra)<br />

vivía con sus tr<strong>es</strong> hijos me<strong>no</strong>r<strong>es</strong>, de 17, 13 y 9 años r<strong>es</strong>pectivamente.<br />

A los pocos días de su detención, su hija Rocío (de 21 años) asumió la<br />

r<strong>es</strong>ponsabilidad del cuidado de sus herma<strong>no</strong>s, mudándose a la vivienda<br />

familiar con sus dos hijos pequeños y separándose de su pareja. La<br />

<br />

dejaron de contar con los ingr<strong>es</strong>os que la madre generaba con la venta<br />

de ropa en una feria, y también dejaron de percibir el Plan Jefas y<br />

Jef<strong>es</strong> de Hogar y los alimentos provenient<strong>es</strong> del Programa Ciudadanía<br />

<br />

<strong>no</strong> recibía visitas en la cárcel, y <strong>es</strong>tuvo casi un año sin ver a sus hijos<br />

más pequeños. Su hijo adol<strong>es</strong>cente abandonó la <strong>es</strong>cuela secundaria y<br />

“Yo l<strong>es</strong><br />

hablaba por teléfo<strong>no</strong> pero era d<strong>es</strong><strong>es</strong>perante, l<strong>es</strong> decía que se portarán bien<br />

y ellos lloraban, y yo me quedaba tan mal…” En mayo de 2010, debido a la<br />

<br />

Lisa: cuando fue detenida por primera vez, en Bue<strong>no</strong>s Air<strong>es</strong>, ella y<br />

sus hijos r<strong>es</strong>idían en Mendoza. Pu<strong>es</strong>to que allí nadie podía cuidarlos,<br />

viajaron a Bue<strong>no</strong>s Air<strong>es</strong>, con la expectativa de quedarse en la casa de la<br />

abuela materna. Sin embargo, allí sólo se quedó la hija me<strong>no</strong>r, en tanto<br />

que la mayor se fue a vivir a Mar del Plata con unas amigas, y el hijo<br />

varón se volvió a Mendoza, al cuidado de Héctor, un amigo de su madre.<br />

Esta detención duró ocho m<strong>es</strong><strong>es</strong>, y al salir, Lisa volvió a Mendoza. En<br />

la segunda detención, los dos hijos me<strong>no</strong>r<strong>es</strong> alquilaron un cuarto en el<br />

barrio de Constitución (Capital Federal) y se mantuvieron gracias al<br />

apoyo de Héctor y al trabajo del varón, que a los 17 años abandonó el<br />

secundario para emplearse durante más horas. Cuando Lisa salió del<br />

ADC - www.adc.org.ar<br />

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