19.04.2013 Views

Prevenir no es curar

Prevenir no es curar

Prevenir no es curar

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

<strong>Prevenir</strong> <strong>no</strong> <strong>es</strong> <strong>curar</strong>. La prisión preventiva en Argentina<br />

Las familias: víctimas invisibl<strong>es</strong> del sistema penal<br />

Todas las personas detenidas expr<strong>es</strong>aron con amargura el sufrimiento que su<br />

detención generó a sus familias. En los casos de niños pequeños, los arreglos<br />

para su cuidado fueron diversos, y por lo general <strong>no</strong> se sostenían en el tiempo.<br />

Ya fueran niños o adol<strong>es</strong>cent<strong>es</strong>, muchos mostraron problemas de conducta,<br />

abandonaron la <strong>es</strong>cuela, se iniciaron en el consumo de drogas prohibidas y<br />

atrav<strong>es</strong>aron situacion<strong>es</strong> de calle. Organizar las visitas exigía tiempo y dinero,<br />

pero también voluntad para someterse a la requisa de ingr<strong>es</strong>o y a las demás<br />

imposicion<strong>es</strong> de los servicios penitenciarios. Esto solo a vec<strong>es</strong> bastaba para<br />

<br />

los visitaran, para ahorrarl<strong>es</strong> la humillación. Veamos algunas situacion<strong>es</strong>.<br />

Antonia: su madre la visitaba cada 15 días. Para llegar al penal tomaba<br />

dos tren<strong>es</strong>, colectivo y remise. Por la revisación para ingr<strong>es</strong>ar, la madre<br />

entraba d<strong>es</strong>compu<strong>es</strong>ta y llorando. “Era como que la violaban. La veía tan<br />

mal que le dije que <strong>no</strong> la iba a autorizar más para que ingr<strong>es</strong>e; me cont<strong>es</strong>tó<br />

que si <strong>no</strong> la autorizaba, se suicidaba”. Al momento de su detención, en<br />

2001, Antonia tenía 6 hijos (nacidos en 1988, 1990, 1991, 1993, 1996<br />

y 1999), 5 de una pareja, y el sexto de otra, de quien había enviudado.<br />

Los primeros tiempos, los niños <strong>es</strong>tuvieron al cuidado de la abuela<br />

materna. Cuando el padre de Antonia (sostén económico de sus nietos)<br />

se quedó sin trabajo, la madre se empleó como trabajadora doméstica<br />

sin retiro y ya <strong>no</strong> pudo cuidar de sus nietos. Cinco de ellos fueron a vivir<br />

<br />

que el más pequeño fue llevado por sus abuelos pater<strong>no</strong>s al sur del país,<br />

<br />

Ern<strong>es</strong>tina, la única hija mujer de Antonia abandonó la <strong>es</strong>cuela para cuidar<br />

a sus herma<strong>no</strong>s cuando fueron a vivir con el padre: “Nos cagábamos de<br />

hambre. Fueron los peor<strong>es</strong> años de mi vida. Ni <strong>no</strong>s daba de comer. Todos<br />

los días aguantar a la mujer, y saber que a la <strong>no</strong>che ibas a cobrar. Estuve<br />

seis años sin saber nada de mi mamá. La versión de la familia era que se<br />

había ido con un <strong>no</strong>vio y <strong>no</strong>s había abandonado. En el colegio dijimos que<br />

<br />

mis herma<strong>no</strong>s empezó a consumir y a los 14 años se fue de la casa y vivió<br />

como un año en la calle. Mi mamá salió de la cárcel peor de lo que entró.<br />

No se le podía hablar, todo era violencia y amenazas, <strong>no</strong>s trataba como si<br />

fuéramos mulos. Un día llegó a casa drogada, con los brazos cortados…<br />

Ahora <strong>es</strong>tá un poco más tranquila, pero igual yo me mudé con mi abuela,<br />

así <strong>no</strong> me la tengo que aguantar”.<br />

Cuando Antonia salió de la cárcel, el vínculo con su familia <strong>es</strong>taba tan<br />

deteriorado que tardó m<strong>es</strong><strong>es</strong> en volver a su casa. Mientras, <strong>es</strong>tuvo<br />

ADC - www.adc.org.ar<br />

página 39

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!