Prevenir no es curar
Prevenir no es curar
Prevenir no es curar
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
página 32<br />
<strong>Prevenir</strong> <strong>no</strong> <strong>es</strong> <strong>curar</strong>. La prisión preventiva en Argentina<br />
La salida de la cárcel: información, acompañamiento institucional, revincu-<br />
lación familiar.<br />
Se entrevistaron 17 personas ex – detenidas: 13 mujer<strong>es</strong> y 4 varon<strong>es</strong>. Del total,<br />
seis habían completado la <strong>es</strong>cuela secundaria ant<strong>es</strong> de su detención, en tanto<br />
que el r<strong>es</strong>to tenía secundario incompleto o primaria completa. Al momento de<br />
ser detenidos, el más joven (un varón) tenía 18 años de edad, y los mayor<strong>es</strong> (un<br />
matrimonio) 45. A excepción de dos varon<strong>es</strong>, todos tenían hijos (entre 2 y 6).<br />
De un total de 41 hijos, 35 tenían 16 años o me<strong>no</strong>s cuando su madre, su padre,<br />
o ambos, fueron detenidos.<br />
De las mujer<strong>es</strong>, cuatro <strong>no</strong> habían trabajado nunca, ocho tuvieron múltipl<strong>es</strong><br />
e irregular<strong>es</strong> trabajos informal<strong>es</strong> (venta ambulante, empleada doméstica,<br />
m<strong>es</strong>era, reparto, incluso prostitución) o se d<strong>es</strong>empeñaron como trabajadoras<br />
familiar<strong>es</strong> <strong>no</strong> remuneradas. Sólo una contaba con formación como auxiliar de<br />
enfermería. De los varon<strong>es</strong>, u<strong>no</strong> <strong>no</strong> había trabajado nunca. Los demás habían<br />
tenido diversas ocupacion<strong>es</strong>: cadete, sodero, peluquero, operario, taxista,<br />
vendedor, cocinero, empleado de supermercado…<br />
Las detencion<strong>es</strong> fueron en allanamientos, en la calle (en situacion<strong>es</strong> de<br />
<br />
trayectorias judicial<strong>es</strong> y penitenciarias fueron diversas. Varios contrataron<br />
abogados particular<strong>es</strong> al inicio de su detención, con la expectativa que de <strong>es</strong>e<br />
modo lograrían una rápida excarcelación. Ante el fracaso, y los ho<strong>no</strong>rarios<br />
<br />
contacto con los defensor<strong>es</strong> era irregular (algu<strong>no</strong>s los veían todos los m<strong>es</strong><strong>es</strong>,<br />
otros mencionan apenas dos encuentros), y el seguimiento de los avatar<strong>es</strong> del<br />
<br />
las imprecision<strong>es</strong> del relato. Asimismo, pocos recordaban con exactitud cuánto<br />
había durado su prisión preventiva, y cuándo se había convertido en efectiva.<br />
<br />
me dijo que iba a pedir mi excarcelación, pero se la rechazaron. Salvo <strong>es</strong>o,<br />
<strong>no</strong> me dijo de qué me acusaban, ni me explicó nada del procedimiento. La<br />
segunda vez que me detuvieron, vi a mi defensor en el momento en que me<br />
ofrecieron el juicio abreviado”. (Lisa, detenida por <strong>es</strong>tafa).<br />
“Primero tuve un abogado particular, un amigo que llevó la causa<br />
sin cobrarme, y consiguió que la acusación quedara en ´tentativa de<br />
<br />
con mi familia, pero me visitaba seguido y siempre trató de mejorar<br />
mis condicion<strong>es</strong> en la cárcel y de que me redujeran la pena”. (Antonia,<br />
detenida por robo).<br />
<br />
diga nada, y diga que <strong>no</strong> tiene ningún alias´. Eso fue todo lo que me dijo,<br />
Detenidos y familiar<strong>es</strong>: el doble castigo del sistema penal