Traducción NO oficial - nocookie.net

Maris_Glz
La doctora Olendzki me dio un chaqueo rápido. Decidió que tenía una contusión,
y luego me envió a vendarme mis raspaduras a mi manera. Ella tenía a muchos
otros para preocuparse ahora mismo sobre quien estaba en la peor condición.
Sabía que La cosa más inteligente era ir a mi dormitorio o a Lissa. Podría
ocuparme del resto, y a través de la conexión, sentí a ella llamándome. Ella
estaba preocupada. Estaba asustada. Sabía que ella averiguaría las noticias
pronto. Sin embargo. Ella no me necesitaba, y no quise ir a verla. No quería ver a
nadie. Así que en lugar de ir a mi dormitorio, fui a la capilla. Necesitaba hacer
algo antes que las cuevas pudieran ser inspeccionadas.
Orar era una buena acción como cualquiera. La capilla estaba generalmente vacía
en medio del día. Pero no esta vez. No debería haber sido sorprendida.
Considerando las muertas y las tragedias de las ultimas 24 horas. Era natural
que la gente solo buscara consuelo.
Algunos se sentaban solos, algunos se sentaban en grupos. Llorando.
Arrodillándose. Orando. Algunos solo mirando afuera en el espacio. Claramente
incapaz de creer lo que habia pasado. El padre Andrew moviéndose alrededor de
santuario. Hablando a muchos de ellos. Encontré un banco vació muy atrás en la
esquina y me senté allí. Atrayendo mis rodillas hacia a mí, envolví mis brazos
alrededor de ellos y repose mi cabeza. En las paredes, iconos de santos y
ángeles mirando por encima de nosotros.
Dimitri no podría estar muerto. No habia ninguna manera en que él pudiera
estarlo. Si él lo estaba. Lo sabría. Nadie podría tomar una vida como esa. Nadie
me habia sostenido en la cama como él lo habia hecho ayer, realmente no podría
haberse ido. Habíamos sido tan calurosos, tan vivo. La muerte no podría seguir
algo así.
El chotki de Lissa estaba alrededor de mi muñeca. Corrí mis dedos sobre la cruz
y las cuentas. Trate desesperadamente de poner mis pensamientos en forma de
oración. Pero no supe cómo. Si Dios era real. Imagine que él era bastante
poderoso para saber que quería sin estar diciendo realmente las palabras
correctas. Las horas pasaron. La gente venía y se iba. Me canse de estar sentada
y fnalmente me estire a la longitud del banco.
Desde el oro pintado en el techo, más santos y ángeles miraron debajo hacia mí.
Tanta ayuda divina, pensé, ¿pero qué bien estaban haciendo ellos realmente?, ni
siquiera comprendí que me habia quedado dormida hasta que Lissa me despertó.
Ella parecía un ángel a sí misma. El pálido cabello largo colgando, y suelto
alrededor de su cara. Sus ojos eran tan suaves y compasivos como los de
aquellos santos.
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