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Capítulo 19
Maris_Glz
Lissa había sido mi mejor amiga desde la escuela primaria, por lo que guardar
tantos secretos de a ella últimamente, había dolido tanto. Ella siempre estaba
abierta a mí, siempre dispuesta para compartir lo que estaba en su mente, pero
ahora sé que fue porque quizás ella no tuvo más remedio. Yo solía ser así con
ella, pero en algún momento, comencé a guardarme secretos para mi, no puede
decirle sobre Dimitri o sobre la verdadera razón por la que se había metido con
Stan. Odiaba quedar de esa manera. Me comió por dentro y me hizo sentir
culpable a su ardedor.
Hoy, sin embargo, no había absolutamente ninguna manera de que pudiera
escapar de explicar lo que había sucedido en el aeropuerto. Incluso si he hecho
algo, el hecho de que me encontraba en media jornada con Cristiana sería una
enorme punta de despegue de que algo estaba pasando. No hay excusas esta
vez. Así pues, aunque mucho me duela, se lo di a ella y Christian, así como Eddie
y Adrián, que se encontraban alrededor, la versión corta de lo que había
sucedido.
- ¿Crees qué has visto fantasmas? - Christian exclamó - ¿En serio?
La mirada de su cara me mostró que él ya construía una lista de comentarios
viles para hacer.
- Mira - le respondí con actitud - Les contare lo que habia pasado, pero no
quiero especifcar.
Estaba fuera de mi horario de trabajo, así que me deje llevar
- Rosa... - comenzó Lissa difícilmente.
Sentí de golpe un huracán de emociones que provenían de ella. Miedo.
Preocupación. shock. Su compasión me hizo sentir mucho peor. Sacudí la cabeza.
- No, Liss. Por favor. Ustedes pueden pensar lo que quieras acerca de mí o hacer
su propia teoría, pero no vamos a hablar de ello. No ahora. Sólo déjame en paz.
Tuve la expectativa de que Lissa me presionaría con su natural persistencia asi
como Christian y Adrián con su naturaleza irritante. Pero aun cuando mis
palabras habían sido simples, comprendí que yo lo habia dicho con una dureza
tanto de la voz como en la manera que lo hice. Lo que me alerto de esto fue la
reacción de sorpresa de la mente de Lissa, y luego tuve que sólo mirar las caras
de los chicos para comprender que debo haber sonado increíblemente como una
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