Traducción NO oficial - nocookie.net

Maris_Glz
diferente del mío, ella estaba estudiando intensamente a Rhonda, tratando de
encontrar cualquier indicio de que la mujer podría ser un usuario de espíritu.
- ¿Es usted una gitana? - le pregunte.
Rhonda hizo una cara y empezó a barajar algunas cartas.
- Soy de Roma – dijo - Muchas personas nos llaman gitanos, aunque el termino
no es precisamente el correcto, y realmente, soy lo primero, una Moroi.
Ella barajo un poco más las cartas, y luego las entrego a Lissa.
- Corta, por favor.
Lissa todavía estaba mirando fjamente. Medio esperando poder ver un aura.
Adrián podría sentir a otros usuarios de espíritu, pero ella no tenia aun esa
habilidad. Cortó las cartas y las devolvió. Rhonda puso la baraja junta hacia
atrás y repartió tres cartas a lissa. Me incline hacia delante, genial, eran cartas
tarot. No es que supiera mucho sobre ellas, solo que ellas supuestamente tenían
poderes místicos y podrían decirnos el futuro.
No creía mucho en esas cosas más de lo había creído alguna vez en la religión.
Pero luego, recientemente, nunca creí realmente en fantasmas, tampoco. Las tres
cartas eran la luna, la emperatriz y al as de copas. Ambrose se inclino sobre mi
hombro para echar un vistazo a las cartas.
- Ooh - dijo - muy interesante.
Rhonda hecho un vistazo hacia él.
- ¡Silencio!. No sabes de lo que estás hablando - volvió a las cartas y dio un
golpecito al as de copas - Estás al borde de un nuevo comienzo, un renacimiento
de gran poder y emoción. Tu vida va a cambiar, pero será un cambio que tomaras
en una dirección que, si bien es difícil, fnalmente iluminara el mundo.
- Whoa - dijo Rhonda luego se refrió a la emperatriz - El poder y liderazgo
mienten delante de ti. Pero te encargaras con gracia e inteligencia. Las semillas
ya están en su lugar, aunque hay un borde de incertidumbre, un enigmático
conjunto de infuencias que cuelgan alrededor de ti como neblina - su atención
estaba en la luna cuando dijo aquellas palabras - Pero mi total impresión es que
aquellos factores desconocidos no detendrán tu destino.
Los ojos de Lissa eran anchos.
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