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Capítulo 14
Maris_Glz
Media hora antes de que mi alarma estuviera programada para levantarme,
escuche un puñetazo en mi puerta. Esperaba que fuera Lissa, pero comprobé
soñolienta por nuestra conexión mostró que ella estaba todavía dormida.
Perpleja, me tambaleé de la cama y abrí la puerta.
Una chica Moroi que no reconocí me dio alguna ropa doblada con una nota
conectada. Me pregunté si yo debería darle propina, pero ella se marchó
demasiado rápidamente antes de que yo reaccionara.
Me senté en mi cama y extendí sobre ella la ropa. Pantalones negros, blusa
blanca, y una chaqueta negra. Era el mismo conjunto que otros guardianes
llevaban por aquí, y eran justo de mi talla.
- ¡Wow! Estoy a punto de hacerme parte del equipo.
Una sonrisa se fue extendiendo lentamente sobre mi cara, y abrí la nota. La
escritura era de Dimitri: Lleva el cabello hacia arriba.
La sonrisa se quedó en mi cara. Muchos guardianes femeninos cortan su pelo
para lucir sus marcas molnija. Yo lo había considerado de mala gana una vez y
Dimitri me había dicho no lo cortara.
El amaba mi pelo y me había dicho que lo llevara recogido hacia arriba. Cuando
él me lo había dicho eso me provoco escalofríos igual que ahora.
Una hora más tarde, lista para ir al juicio y en mi camino me encontré con Lissa,
Christian, y Eddie. Alguien había preparado con prisa un equipo en blanco y negro
para Eddie también, y pensé que nosotros parecíamos niños que juegan con la
ropa de sus padres. Mi chaqueta cortada y la blusa elástica eran en realidad
bastante lindas, y me pregunté si yo podría quedármelas.
La sala de tribunal era el edifcio más grande. Andando por sus pasillos, yo vi
una mezcla de lo viejo y el nuevo. Afuera, todas las ventanas eran arqueadas.
Agujas de piedra. Por dentro, se trata de un moderno centro de actividad. La
gente trabajando en ofcinas con monitores de pantalla plana.
Los elevadores condujeron a las primeras plantas. Aún, a pesar de esto, unos
toques antiguos todavía podrían ser encontrados. Esculturas sobre pedestales.
Candelabros en los pasillos.
La sala de tribunal así mismo tenía unos murales hermosos que se estiraban del
piso al techo, y delante del cuarto, sellos de todas las familias reales colgaban
sobre las paredes.
Lissa se paró cuando anduvimos y sus ojos se postraron sobre el dragón
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