18.04.2013 Views

Esclavos del franquismo en el Pirineo - Esclavitud bajo el franquismo

Esclavos del franquismo en el Pirineo - Esclavitud bajo el franquismo

Esclavos del franquismo en el Pirineo - Esclavitud bajo el franquismo

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

frido mucho, le habían hecho mucho daño». Es un dolor familiar,<br />

que no ha desaparecido todavía, como apunta su primo<br />

José: «t<strong>en</strong>emos mucho daño, t<strong>en</strong>emos mucho daño <strong>en</strong> <strong>el</strong> corazón,<br />

y esto no se puede borrar, esto lo borra la tierra». Dolor<br />

que a veces se convierte también <strong>en</strong> humor, y otras veces <strong>en</strong><br />

r<strong>en</strong>cor, como nos explica Pedro Andrés: «Pues sí me ha marcado<br />

mucho. Muchas veces me dic<strong>en</strong> los hijos: “Pero, tú, papá,<br />

antes no eras así”. Digo “es que me he vu<strong>el</strong>to así”. Mira, es<br />

como los gallos de p<strong>el</strong>ea ¿no? Por Méjico y por ahí ¿no? Les<br />

están arrancando plumas y claro, te arrancan una, te arrancan<br />

dos, te arrancan tres, y luego a última... y como ti<strong>en</strong>e las apuestas,<br />

contra más bravo sea, mejor ¿<strong>en</strong>ti<strong>en</strong>des? Pues a nosotros<br />

nos han hecho bravos también. Lo que pasa que hoy <strong>en</strong> día no<br />

podemos ser tan bravos como antes. Porque hoy <strong>en</strong> día si hubiera<br />

sido jov<strong>en</strong>, igual estaba yo metido ahí... <strong>en</strong> alguna perrera<br />

de éstas».<br />

En cualquier caso, hay que t<strong>en</strong>er <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta que estamos<br />

<strong>en</strong>trevistando a estas personas <strong>en</strong> un mom<strong>en</strong>to especial de su<br />

vida, <strong>en</strong> la última etapa, y según cuáles sean sus problemas y<br />

los de su familia estas cuestiones se pued<strong>en</strong> quedar un poco<br />

lejanas. A bu<strong>en</strong> seguro, las palabras de Juan All<strong>en</strong>de también<br />

recog<strong>en</strong> <strong>el</strong> estado de ánimo de más de uno de los protagonistas<br />

anónimos de este libro: «Pues ya le digo que yo <strong>en</strong> la situación<br />

que estoy hoy, no pi<strong>en</strong>so <strong>en</strong> nada, porque estoy <strong>en</strong> una<br />

situación muy crítica. En cualquier día voy a t<strong>en</strong>er que ir a la resid<strong>en</strong>cia<br />

donde está la mujer. Y con esas cosas, pues ¡qué voy<br />

a p<strong>en</strong>sar! T<strong>en</strong>go la moral por los su<strong>el</strong>os». Al mismo tiempo,<br />

también hay prisioneros que tem<strong>en</strong> que a la juv<strong>en</strong>tud sus recuerdos<br />

no les interesan nada, como Rufino Orozco: «¡claro<br />

que los jóv<strong>en</strong>es deberían conocer todo eso! No sé si lo conoc<strong>en</strong><br />

o les interesa lo de los demás, ¿han sufrido?, ¡pues que se<br />

aguant<strong>en</strong>! Hay algunos que ti<strong>en</strong><strong>en</strong> aqu<strong>el</strong>lo metido y llevan<br />

años contando lo mismo y ti<strong>en</strong><strong>en</strong> nietos y se cansan de oír. No<br />

ti<strong>en</strong><strong>en</strong> interés de nada».<br />

Hemos visto, por lo tanto, que es difícil pres<strong>en</strong>tar un panorama<br />

uniforme sobre los recuerdos familiares de los tra<strong>bajo</strong>s<br />

forzados. Se mezclan difer<strong>en</strong>tes s<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>tos, muchas<br />

veces contradictorios. Por un lado la transmisión de la memoria<br />

se convierte <strong>en</strong> un instrum<strong>en</strong>to de def<strong>en</strong>sa para mant<strong>en</strong>er<br />

la integridad y la id<strong>en</strong>tidad, para hacer fr<strong>en</strong>te a las verdades<br />

oficiales <strong>d<strong>el</strong></strong> <strong>en</strong>torno, pero por otro lado también se puede<br />

comprobar que <strong>en</strong> muchos casos la comunicación familiar está<br />

mediatizada por <strong>el</strong> <strong>en</strong>torno y por <strong>el</strong> miedo. No le falta razón a<br />

375

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!