18.04.2013 Views

Esclavos del franquismo en el Pirineo - Esclavitud bajo el franquismo

Esclavos del franquismo en el Pirineo - Esclavitud bajo el franquismo

Esclavos del franquismo en el Pirineo - Esclavitud bajo el franquismo

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

embargo, <strong>en</strong> Vidángoz, donde la conviv<strong>en</strong>cia era más cercana<br />

al estar vivi<strong>en</strong>do los batallones <strong>en</strong> casas <strong>d<strong>el</strong></strong> pueblo, eran los<br />

ojos de niños y niñas qui<strong>en</strong>es quedaban asombrados de los<br />

golpes y de los castigos. Son precisam<strong>en</strong>te Atanasia y Marc<strong>el</strong>ino<br />

Pasqu<strong>el</strong> qui<strong>en</strong>es ti<strong>en</strong><strong>en</strong> los recuerdos más nítidos.<br />

Atanasia recuerda que más de una vez veía cómo les pegaban:<br />

«Nosotros <strong>en</strong> la misma puerta veíamos, o <strong>en</strong> la v<strong>en</strong>tana, y<br />

que le habían pegado a Fulano. Se corría la noticia, “que le han<br />

pegao a éste”, o “le han pegao al otro” (...). Robaban, sí, pero porque<br />

necesitaban, ¡porque les obligaba <strong>el</strong> hambre!, ¡y les pegaban<br />

cada palo!, pero es que siempre lo pagaba <strong>el</strong> descarriao:<br />

Roque, Acebo, Cacharro, Malanda, y nosotros <strong>en</strong> casa, cuando<br />

reñíamos los hermanos, nos solíamos decir: “¡y tú Roque!, ¡y tú<br />

Acebo!, 284 ¡y tú Cacharro!, ¡y tú Malanda!”, ¡eran los trabajadores<br />

tontos! ... <strong>en</strong>tonces t<strong>en</strong>ía doce años, ¡y éramos una banda<br />

bi<strong>en</strong> mala, tocaba <strong>el</strong> corneta ¡y nosotros con él, ¡laralala!, luego,<br />

como nos <strong>en</strong>corrían y no nos dejaban ir donde los soldaos,<br />

subíamos al camino donde estaba la gitana, la B<strong>en</strong>ita, al corralico<br />

de Muis, ya nos apr<strong>en</strong>díamos los nombres de la compañía».<br />

También recuerda <strong>el</strong> nombre de los oficiales que trataban<br />

mejor a los prisioneros y de los que más pegaban, así como lo<br />

que unas chicas hicieron a modo de protesta: «A unos les pegaban,<br />

y a otros les ayudaban, había de todo, g<strong>en</strong>te. Había un<br />

t<strong>en</strong>i<strong>en</strong>te, <strong>el</strong> t<strong>en</strong>i<strong>en</strong>te Canseco, 285 que era un hombre serio, les<br />

miraba así y con eso bastaba, nunca les pegaba. Canseco era<br />

famoso por su seriedad, o sea, un hombre, no jov<strong>en</strong>, ni se emborrachaba<br />

ni nada, o respetaba tanto a los trabajadores como<br />

a los militares, con la mirada bastaba, pero no se molestaba <strong>en</strong><br />

más (...). Había un sarg<strong>en</strong>to, <strong>el</strong> Chato le llamaban, ¡qué malo<br />

era!, y un cabo de primera, ¡qué malo!, ¡ese cabo de primera<br />

pegaba a los soldaos!, y la Carm<strong>en</strong> de Aistu, que siempre era<br />

muy formal, vivía <strong>en</strong>fr<strong>en</strong>te de Casa Molino, y veía todo lo que<br />

pasaba, y le t<strong>en</strong>ían ya un paquete, porque pegaba mucho a los<br />

soldados <strong>el</strong> cabo de primera, y qué hicieron, la Estefanía y la<br />

Carm<strong>en</strong>, la Estefanía se sabe todo lo que le pusieron, de chulo<br />

que era, y al final le ponían un recorte de una revista, de uno<br />

284. Se trata de Juan Acebo Viejo, vizcíno integrante <strong>d<strong>el</strong></strong> BDST 38, de qui<strong>en</strong> Juan Arantzam<strong>en</strong>di<br />

recuerda que muchas veces estaba castigado. Además, Juan Acebo fue uno de los que<br />

tuvieron que ser hospitalizados tras comer carne podrida.<br />

285. Francisco Diez Canseco fue alférez de la 1ª Compañía <strong>d<strong>el</strong></strong> Batallón 127, y aparece<br />

como comunicador de la muerte de José Martín Ramón <strong>en</strong> su acta de defunción, recogida <strong>en</strong> <strong>el</strong><br />

Registro Civil de Vidángoz.<br />

305

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!