18.04.2013 Views

Esclavos del franquismo en el Pirineo - Esclavitud bajo el franquismo

Esclavos del franquismo en el Pirineo - Esclavitud bajo el franquismo

Esclavos del franquismo en el Pirineo - Esclavitud bajo el franquismo

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Por último, t<strong>en</strong>emos <strong>el</strong> caso de un prisionero <strong>d<strong>el</strong></strong> BB.TT.<br />

106, <strong>el</strong> catalán Claudio P<strong>el</strong>lejero, que conoció a Gabina Ansó<br />

<strong>en</strong> Roncal tal y como nos lo narra su sobrina Marisol Galé:<br />

«cuando llegó al pu<strong>en</strong>te de Roncal a la primera mujer que vio<br />

fue a <strong>el</strong>la, y dijo “¡uy, esa mujer va a ser para mí!”, así lo contaba<br />

<strong>el</strong> tío, y luego se quedaron <strong>en</strong> la escu<strong>el</strong>a, al principio, y ni<br />

la volvió a ver. Y parece que luego andaban buscando máquinas<br />

de coser, y <strong>en</strong>tonces mi abu<strong>el</strong>a se ofreció, y aparte creo<br />

que les lavaba ropa; y <strong>en</strong>tonces una de las veces cuando fue<br />

él a lavar ropa: “¡ay va, está aquí la chica!”, y a partir de ahí<br />

siempre que podía iba él». También <strong>en</strong> este caso, <strong>el</strong> hecho de<br />

que <strong>el</strong> prisionero trabajara <strong>en</strong> la int<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia <strong>d<strong>el</strong></strong> batallón fue<br />

clave para poder moverse con cierta libertad por <strong>el</strong> pueblo y<br />

<strong>en</strong>tablar una amistad con la familia, algo que explica su sobrina<br />

Asc<strong>en</strong> Galé: «<strong>el</strong> tío trabajaba <strong>en</strong> int<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia y aprovechando,<br />

siempre que iba a casa llevaba azúcar, o l<strong>en</strong>tejas, o yo que<br />

sé lo que llevaría <strong>en</strong> aqu<strong>el</strong>los tiempos, siempre se ayudaba<br />

con algo. El tío les llevaba lo que podía». También <strong>en</strong> este<br />

caso, como <strong>en</strong> <strong>el</strong> de Antonio Martínez y Nati Ezquer, <strong>el</strong> noviazgo<br />

<strong>en</strong> sí fue algo posterior a la estancia <strong>d<strong>el</strong></strong> batallón <strong>en</strong> <strong>el</strong> valle<br />

<strong>d<strong>el</strong></strong> Roncal. Marisol com<strong>en</strong>ta: «yo creo que se hicieron novios<br />

más a<strong>d<strong>el</strong></strong>ante, que <strong>el</strong> tío cuando se fue de aquí se escribirían,<br />

creo, no te puedo decir. Cuando estaban aquí se veían <strong>en</strong><br />

casa». En este caso, también Gabina abandonó <strong>el</strong> pueblo a<br />

pesar de las retic<strong>en</strong>cias de su familia y se trasladó a Barc<strong>el</strong>ona<br />

para trabajar y poder <strong>en</strong>tablar una r<strong>el</strong>ación con Claudio. Paradójicam<strong>en</strong>te,<br />

las aficiones futbolísticas de Roncal se vieron influ<strong>en</strong>ciadas<br />

por la pres<strong>en</strong>cia y posteriores visitas de Claudio<br />

Callejero, que años más tarde trabajó <strong>en</strong> <strong>el</strong> Barc<strong>el</strong>ona F.C. Su<br />

sobrina Asc<strong>en</strong> Galé añade <strong>en</strong> torno a este tema: «recuerdo<br />

cuando éramos pequeñicas. El tío se dedicaba a traer balones,<br />

insignias y banderines <strong>d<strong>el</strong></strong> Barc<strong>el</strong>ona y ¡medio pueblo<br />

<strong>d<strong>el</strong></strong> Barc<strong>el</strong>ona!».<br />

Evid<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te, estos noviazgos supusieron una ruptura<br />

de los iniciales muros de separación <strong>en</strong>tre prisioneros y población<br />

civil, y tuvieron que afrontar algunas dificultades debido a<br />

cómo vieron <strong>el</strong> resto de vecinos o familiares que una chica cercana<br />

fuera novia de un prisionero de guerra republicano. De<br />

todos modos, parece claro que su lugar d<strong>en</strong>tro de los batallones,<br />

con destinos de tra<strong>bajo</strong> especial que les proporcionaban<br />

trato cotidiano y más libre con muchas familias, les permitió<br />

r<strong>el</strong>acionarse con normalidad y amabilidad con muchas familias<br />

de estos pueblos. Aún así, Mari<strong>el</strong>i y Pilar Martínez, hijas de An-<br />

289

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!