18.04.2013 Views

Esclavos del franquismo en el Pirineo - Esclavitud bajo el franquismo

Esclavos del franquismo en el Pirineo - Esclavitud bajo el franquismo

Esclavos del franquismo en el Pirineo - Esclavitud bajo el franquismo

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

poco, <strong>en</strong>tonces alguno se escapaba para no ir a trabajar. Más<br />

que escondido... Yo algunas veces ya lo hice y me iba a una<br />

casa, hice un poco de amistad con la señora, más bi<strong>en</strong> por la<br />

p<strong>en</strong>a que le daba “¡ay, estos chicos!”. Me metía allí y la señora<br />

te daba lo que podía, algo te ayudaba. Yo <strong>en</strong> la cuadra partía<br />

leña o ayudaba <strong>en</strong> lo que podía, y al mediodía la misma maniobra<br />

para meterte <strong>en</strong> la fila, y aquí no ha pasado nada. Yo no<br />

era <strong>el</strong> más listo. Otro día lo hacían otros».<br />

Sin duda alguna, <strong>el</strong> pico y la pala eran las herrami<strong>en</strong>tas<br />

más pesadas y temidas, pero también hubo unos pocos prisioneros<br />

que consiguieron algún destino especial con <strong>el</strong> que se libraron<br />

de los tra<strong>bajo</strong>s más duros y pudieron acceder a un<br />

cautiverio más llevadero. Es <strong>el</strong> caso de qui<strong>en</strong>es trabajaron<br />

como cocineros para los oficiales, (María Jaúregui y Fortunato<br />

Jaúregui se acuerdan de <strong>el</strong>los, pues cocinaban <strong>en</strong> su casa), de<br />

qui<strong>en</strong>es se ocuparon de carpintería (<strong>en</strong> Casa Sanch<strong>en</strong>a, que<br />

era una <strong>en</strong> las que se hospedaron oficiales <strong>en</strong> Vidángoz, todavía<br />

guardan muebles, arcas o maceteros realizados por <strong>el</strong>los),<br />

de qui<strong>en</strong>es t<strong>en</strong>ían una misión concreta (como G<strong>en</strong>aro, zapatero<br />

madrileño que estaba de día <strong>en</strong> casa de H<strong>el</strong>iodoro Las Palas,<br />

<strong>en</strong> Güesa), o de los <strong>en</strong>cargados de hacer alguna compra,<br />

como Antonio Martínez. Tanto éste como Jesús Bilbao y otros<br />

integrantes <strong>d<strong>el</strong></strong> BDST 38 pudieron disfrutar así de un contacto<br />

más libre con los habitantes de Vidángoz, tal y como nos recuerda<br />

Andresa Anin: «había una s<strong>el</strong>ección, la plana mayor,<br />

que era una cuadrilla de muchachos, que eran estudiantes..., y<br />

esos no iban a trabajar, e hicieron amistades por las casas, y a<br />

nuestra casa pegaban tres, y estuvieron todo <strong>el</strong> invierno vini<strong>en</strong>do<br />

a casa a cal<strong>en</strong>tarse ... uno se llamaba, Juan Manu<strong>el</strong> Esteban<br />

Rico, y era abogado, y ese estaba tan agradecido, que se<br />

cal<strong>en</strong>taba todos días, <strong>en</strong>tonces t<strong>en</strong>íamos fuego <strong>en</strong> <strong>el</strong> su<strong>el</strong>o,<br />

que hacía mi madre, y estaba tan agradecido, nos escribió una<br />

carta su madre, que era maestra <strong>en</strong> Bilbao, una carta muy<br />

maja... después había otro que era estudiante de cura ... de<br />

dónde era, de donde hay una playa ... sería de Guipúzcoa y<br />

nos daba cada sermón! (...). Ésos formaban un grupo que cantaban<br />

<strong>en</strong> la iglesia, y se les t<strong>en</strong>ía <strong>en</strong> <strong>el</strong> pueblo, qué se yo! ... había<br />

uno que se llamaba Torrontegi, me acuerdo de algún<br />

nombre, que ese era matarife, que mataba los bichos, y Antonio,<br />

ese Martínez, solía traer los bichos, me acuerdo que un día<br />

lo vi yo <strong>en</strong> <strong>el</strong> camino llegar a Vidángoz, ¡con un buey! ¡Grande,<br />

grande y flaco!, y después todos los críos iban a ver cómo los<br />

mataban». Como explica Andresa, <strong>en</strong> torno a estos jóv<strong>en</strong>es se<br />

286

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!