18.04.2013 Views

Esclavos del franquismo en el Pirineo - Esclavitud bajo el franquismo

Esclavos del franquismo en el Pirineo - Esclavitud bajo el franquismo

Esclavos del franquismo en el Pirineo - Esclavitud bajo el franquismo

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

<strong>el</strong> alambre! Sabíamos que eran para aprovecharlas contra los<br />

rojos. Y mandábamos todos los rollos inutilizados».<br />

Otra de las iniciativas <strong>en</strong> la que los prisioneros int<strong>en</strong>taban<br />

desobedecer era <strong>en</strong> torno a los cantos obligatorios, como <strong>el</strong><br />

Cara al sol u otros himnos o canciones franquistas. En este caso<br />

t<strong>en</strong>ían inv<strong>en</strong>tadas variantes cómicas que valían tanto para<br />

<strong>el</strong>udir la humillación de t<strong>en</strong>er que cantar las canciones <strong>d<strong>el</strong></strong><br />

<strong>en</strong>emigo como para, al mismo tiempo, poner a éste <strong>en</strong> ridículo.<br />

Así, Félix Padín, cuando le preguntábamos si t<strong>en</strong>ía que<br />

cantar canciones franquistas responde riéndose: «sí, sí, sí, eso<br />

todos los días. Nosotros t<strong>en</strong>íamos una: “si te dic<strong>en</strong> que caí<br />

m<strong>en</strong>tí, pues yo nunca salí de aquí; me dirás que fui un caradura,<br />

pero allí se parte la asadura”, o sea, que a cada cosa de<br />

<strong>el</strong>los sacábamos otra; y de los requetés, decíamos: “por dios,<br />

por la pata de un buey, murieron nuestros padres. Por dios, por<br />

la pata de un buey, moriremos nosotros también”».<br />

Al fin y al cabo, esa autoafirmación, esa necesidad de responder<br />

aunque sea simbólicam<strong>en</strong>te a los castigos y humillaciones<br />

era fundam<strong>en</strong>tal para mant<strong>en</strong>erse vivos, para no quedar<br />

anulados psíquicam<strong>en</strong>te. Muchos de los prisioneros que estuvieron<br />

<strong>en</strong> batallones de tra<strong>bajo</strong>s forzados ti<strong>en</strong><strong>en</strong> claro que esa<br />

humillación era uno de los principales objetivos <strong>d<strong>el</strong></strong> castigo al<br />

que eran sometidos, de manera que sobrevivir a <strong>el</strong>la era fundam<strong>en</strong>tal<br />

para no claudicar. Félix Padín señala al respecto: «te<br />

veías rebajao, por una cosa u otra te querían <strong>el</strong>iminar, o por hambre<br />

o trabajando, para ver si se te bajaba la moral o perdías la<br />

dignidad, yo por lo m<strong>en</strong>os no, y como yo, muchos; <strong>en</strong> los ratos<br />

que nos juntábamos nos dábamos moral y no nos dejábamos<br />

caer, prueba de <strong>el</strong>lo es que se sigue, yo sigo por lo m<strong>en</strong>os y<br />

como yo creo que han seguido muchos, no llegaron a matarnos<br />

la moral, ni perdimos la dignidad, hemos seguido tiesos».<br />

A veces, demostrar que se t<strong>en</strong>ía un cierto ánimo, que todavía<br />

se mant<strong>en</strong>ía una alegría, era una manera de hacer fr<strong>en</strong>te<br />

a los guardianes, de demostrarles la fortaleza interna a pesar<br />

de los castigos y humillaciones recibidas. Félix recuerda que<br />

una de las maneras de demostrar esa <strong>en</strong>tereza era cantando.<br />

«T<strong>en</strong>íamos una canción que decía “Somos <strong>d<strong>el</strong></strong> veinte, somos<br />

<strong>d<strong>el</strong></strong> veinte, / trabajadores. / Hacemos pistas y carreteras /<br />

como cabrones”», 217 y añade: «las cantábamos, y allí <strong>en</strong> Irun<br />

217. Se trata de una canción que ya la cantaban él y otros prisioneros estando <strong>en</strong> otros batallones.<br />

217

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!