18.04.2013 Views

Esclavos del franquismo en el Pirineo - Esclavitud bajo el franquismo

Esclavos del franquismo en el Pirineo - Esclavitud bajo el franquismo

Esclavos del franquismo en el Pirineo - Esclavitud bajo el franquismo

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

siagaz”, ez dakit zer “Con los rusos habéis juntao. Vosotros los<br />

<strong>d<strong>el</strong></strong>...”. Hai<strong>en</strong> ebanj<strong>el</strong>ioa hori ixat<strong>en</strong> zan».*<br />

También Rufino Orozco recuerda algunos sermones y discursos<br />

de curas y autoridades respecto a la mala conducta de<br />

los prisioneros y a la necesidad de redimir sus pecados por <strong>el</strong><br />

tra<strong>bajo</strong>: «Estábamos un día <strong>en</strong> una ladera <strong>d<strong>el</strong></strong> monte y nos<br />

mandaron formar, y nos vi<strong>en</strong>e un requeté, más grande que un<br />

armario: “¡ya sabéis vosotros que habéis sido malos y que t<strong>en</strong>éis<br />

que redimir los pecados con <strong>el</strong> tra<strong>bajo</strong>”. Era <strong>el</strong> sermón<br />

que nos daba, nosotros de pie y <strong>el</strong> otro a cu<strong>en</strong>ta de lo bu<strong>en</strong>o<br />

que era Franco, de lo mucho que valía, de lo que hacía por nosotros<br />

para salvarnos, se veía que habíamos sido malos. La<br />

vida era así». Más a<strong>d<strong>el</strong></strong>ante, sobre <strong>el</strong> cura de Roncal, com<strong>en</strong>ta:<br />

«allí <strong>en</strong> la iglesia no, pero cuando v<strong>en</strong>ía al monte a darnos <strong>el</strong><br />

sermón, <strong>en</strong>tonces nosotros éramos malos y estábamos redimi<strong>en</strong>do<br />

<strong>el</strong> pecado por medio <strong>d<strong>el</strong></strong> tra<strong>bajo</strong>, de eso sí nos hablaba.<br />

¡Y había que oír todo eso y callar! Éramos los malos...».<br />

Sigui<strong>en</strong>do con <strong>el</strong> tema de las prácticas r<strong>el</strong>igiosas, Juan<br />

All<strong>en</strong>de recuerda que una vez recibieron la visita de un cura<br />

que iba a confesarles, algo que, según los oficiales <strong>d<strong>el</strong></strong> batallón,<br />

era cuestión voluntaria: «A misa no, no mandaban allí.<br />

Pero hubo una época que nos dijeron “bu<strong>en</strong>o, mira, va a v<strong>en</strong>ir<br />

aquí un cura pa confesar al que quiera”, dice “pero esto no es<br />

obligatorio, ¿eh?, <strong>el</strong> que no t<strong>en</strong>ga bu<strong>en</strong>a voluntad de ir que no<br />

vaya porque no se le va a castigar a nadie ni a nada ni nada”.<br />

Pues algunos, la mayoría de la g<strong>en</strong>te fue, pero nosotros... algunos<br />

que se negaron a ir pues, decían, nada de castigos, pero<br />

luego vinieron por allí tomando los nombres, por donde estábamos<br />

trabajando un sarg<strong>en</strong>to requeté que había, y de mom<strong>en</strong>to<br />

nada, nos tomó la filiación a los que éramos y luego, <strong>en</strong><br />

la primera que te pillaban pues, nos sacudían». Las confesiones,<br />

por lo tanto, eran algo muy ocasional, pero que también<br />

afectó al BB.TT. 106, tal y como nos lo r<strong>el</strong>ata José García Faya:<br />

«después que estábamos <strong>en</strong> Roncal, por Pascua, nos llevaron<br />

un día a confesar, v<strong>en</strong>ían escoltas con nosotros, nos metieron a<br />

todos <strong>en</strong> la iglesia a confesar, y yo, por ejemplo, no me confesé<br />

y como yo hubo muchos que no se confesaron, aunque quedó<br />

como que nos habíamos confesado todos; pero a la mañana si-<br />

*. «Como obligándonos a nosotros los vascos, ¡joder! Y nosotros éramos los crey<strong>en</strong>tes. Y él<br />

ya sabría quiénes eran de iglesia y quiénes iban obligados. Y nos decía: “¡Vosotros, vascos, que<br />

decíais que t<strong>en</strong>íais r<strong>el</strong>igión!” ¡M<strong>en</strong>udos sermones, cómo nos sermoneaba...! “Os habéis unido a<br />

Rusia” Yo qué sé “Con los rusos os habéis juntao, vosotros <strong>d<strong>el</strong></strong>…” Ése solía ser su evang<strong>el</strong>io».<br />

179

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!