18.04.2013 Views

Esclavos del franquismo en el Pirineo - Esclavitud bajo el franquismo

Esclavos del franquismo en el Pirineo - Esclavitud bajo el franquismo

Esclavos del franquismo en el Pirineo - Esclavitud bajo el franquismo

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

ese tiempo no eran muchas y quizás a partir de la sigui<strong>en</strong>te<br />

anécdota podamos <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der mejor <strong>el</strong> ambi<strong>en</strong>te de privaciones<br />

<strong>en</strong> <strong>el</strong> que discurrían también los escasos mom<strong>en</strong>tos de<br />

ocio. Sería <strong>el</strong> mes de junio de 1941, mom<strong>en</strong>to <strong>en</strong> <strong>el</strong> que parte<br />

<strong>d<strong>el</strong></strong> BDST 6 estaba <strong>en</strong> Bera de Bidasoa trabajando <strong>en</strong> pistas<br />

militares cerca de la frontera, cuando pasó algo que Domingo<br />

Martínez no ha olvidado: «¿Tú sabes qué hicimos una vez nosotros<br />

<strong>en</strong> Bera de Bidasoa? Estábamos trabajando y nos ord<strong>en</strong>aron<br />

que t<strong>en</strong>íamos que confesar y bajamos a confesar todo <strong>el</strong><br />

batallón. Pues nos confesamos y ¡cojones, nos quedamos más<br />

limpios que Dios! Pero luego, allí <strong>en</strong> una iglesia muy grande y<br />

muy hermosa, con santos <strong>en</strong>ormes... las mujeres iban todas<br />

allá con un pañu<strong>el</strong>o <strong>en</strong> la cabeza y t<strong>en</strong>ían un cacharro como una<br />

cesta y un rollo de cerote <strong>en</strong> cada cesta. Pues ya de confesamos,<br />

nos <strong>en</strong>tretuvimos cada cual <strong>en</strong> subirnos cerote pa alumbrarnos<br />

<strong>en</strong> la chabola. Aqu<strong>el</strong>la noche <strong>el</strong> campam<strong>en</strong>to parecía<br />

un escuadrolo, <strong>el</strong> uno cosi<strong>en</strong>do, <strong>el</strong> otro ley<strong>en</strong>do, <strong>el</strong> otro... como<br />

todos t<strong>en</strong>íamos cerote... Pues madre mía al sigui<strong>en</strong>te día,<br />

cuando bajamos algunos... que si hubiéramos sido bu<strong>en</strong>os, hubiéramos<br />

t<strong>en</strong>ido un día de vacaciones allí y de libertad, pero<br />

como las mujeres empezaron a quejarse, ¡pues nos dieron la<br />

ostia!». Se trata de un robo de cera, sí, de un simple robo de<br />

cera, que sin embargo nos deja bi<strong>en</strong> claro lo que podía cambiar<br />

la vida de estos prisioneros si pudieran t<strong>en</strong>er un poco de<br />

luz al recogerse <strong>en</strong> los barracones. Lo excepcional de este mom<strong>en</strong>to<br />

nos rev<strong>el</strong>a también lo triste y rutinario de la cotidianeidad,<br />

y es que, a pesar de que <strong>en</strong> los ratos de después de c<strong>en</strong>ar<br />

los prisioneros podían disfrutar de un tiempo de descanso,<br />

normalm<strong>en</strong>te <strong>en</strong>cerrados <strong>en</strong> los barracones o <strong>en</strong> las casas, no<br />

son mom<strong>en</strong>tos que qued<strong>en</strong> <strong>en</strong> la memoria de manera especialm<strong>en</strong>te<br />

agradable, aunque también alguno de los prisioneros,<br />

como Txomin Uriarte, recuerda que solían cantar a veces<br />

<strong>en</strong> esos mom<strong>en</strong>tos. Además, cuando <strong>el</strong> BDST 38 se traslada a<br />

Gipuzkoa se incorpora a él un nuevo prisionero, <strong>el</strong> bertsolari<br />

Basarri, de qui<strong>en</strong> son los versos recogidos <strong>en</strong> <strong>el</strong> apéndice V.<br />

Juan Arantzam<strong>en</strong>di recuerda perfectam<strong>en</strong>te estos versos, y<br />

otros integrantes <strong>d<strong>el</strong></strong> batallón como Rufino Orozco y Pedro<br />

Erezuma también señalan que pasaban bu<strong>en</strong>os ratos con este<br />

bertsolari. 169 Por lo g<strong>en</strong>eral, sin embargo, parece que era cues-<br />

169. Se trata de Iñaki Eizm<strong>en</strong>di Manterota, natural de Zarautz (Gipuzkoa). Pedro Erezuma<br />

se acuerda <strong>d<strong>el</strong></strong> principio de otro verso: «Aritxulegiko puntatik / joan gin<strong>en</strong> oinez, tralaralalala...».<br />

(Desde la punta de Aritxulegi fuimos andando ... tralaralalala...).<br />

168

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!