18.04.2013 Views

Esclavos del franquismo en el Pirineo - Esclavitud bajo el franquismo

Esclavos del franquismo en el Pirineo - Esclavitud bajo el franquismo

Esclavos del franquismo en el Pirineo - Esclavitud bajo el franquismo

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

cinco de la tarde y no habían dado todavía la primera comida».<br />

Eran mom<strong>en</strong>tos de mucho riesgo, que vu<strong>el</strong>ve a rememorar<br />

cuando le preguntamos por los peores mom<strong>en</strong>tos de su<br />

estancia <strong>en</strong> Igal: «Los peores mom<strong>en</strong>tos eran por la noche,<br />

cuando íbamos con Galera, que le decían <strong>el</strong> Matapincho, a<br />

cambiar tabaco. Una noche pusieron a un c<strong>en</strong>tin<strong>el</strong>a <strong>en</strong> <strong>el</strong><br />

pu<strong>en</strong>te, <strong>en</strong> la <strong>en</strong>trada <strong>d<strong>el</strong></strong> pueblo, y empezó a llorar. Y le dije,<br />

“v<strong>en</strong>ga, si quieres pasar hay que pasar <strong>el</strong> río, desnudarnos y<br />

pasar <strong>el</strong> río”. Y llegamos mojados, allí, al horno, y aqu<strong>el</strong> ya llorando,<br />

y a las dos de la mañana, cuando volvimos, había un<br />

sarg<strong>en</strong>to, “¿a dónde van ustedes?”, “nada, que no había guarda<br />

<strong>en</strong> <strong>el</strong> campam<strong>en</strong>to, hemos bajado al río, a beber agua...”.<br />

¡Había que echar embustes!».<br />

Es difícil valorar hasta qué punto los propios oficiales no<br />

fueron <strong>en</strong> parte consci<strong>en</strong>tes de estas excursiones, hasta qué<br />

punto no estuvieron dispuestos a admitirlas para que <strong>el</strong> hambre<br />

y la debilidad no llegaran a situaciones más extremas. Es<br />

verdad que todo se hacía a escondidas, pero también lo es<br />

que <strong>en</strong> esos pequeños pueblos todo se sabía, y que quizás <strong>en</strong><br />

algún mom<strong>en</strong>to fueron toleradas como mal m<strong>en</strong>or. Ahora<br />

bi<strong>en</strong>, <strong>el</strong> riesgo era evid<strong>en</strong>te, y así lo valoraban los propios prisioneros.<br />

Pedro Andrés, por ejemplo, no se olvida <strong>d<strong>el</strong></strong> letrero<br />

que colocaron <strong>en</strong> unos campos de maíz cercanos al barracón,<br />

cuando <strong>el</strong> batallón había sido ya trasladado a Gipuzkoa, y de<br />

la complicidad con los robos de uno de los oficiales: «En Guipúzcoa<br />

hacíamos morokil. Nos pusieron un cart<strong>el</strong>, dici<strong>en</strong>do<br />

que aqu<strong>el</strong> que le vieran cogi<strong>en</strong>do mazorcas de maíz lo fusilaban,<br />

¡eh! Solam<strong>en</strong>te era maíz. Había un caserío que le llamaban<br />

Peruberri, no sé. Al lao de la carretera era. T<strong>en</strong>ía una finca<br />

de borona y <strong>el</strong> campam<strong>en</strong>to al lao, ¡joder! ...las boronas... Cogíamos<br />

las piedras <strong>d<strong>el</strong></strong> río para machacar y hacíamos harina y<br />

luego lo pasábamos por cedazo. Y un día vino allí <strong>el</strong> comandante<br />

pa hacer la revisión. Y estaba Salsam<strong>en</strong>di, <strong>el</strong> t<strong>en</strong>i<strong>en</strong>te<br />

¿qué pasa ahí, <strong>en</strong> <strong>el</strong> barracón?” “No, es que están haci<strong>en</strong>do<br />

obra y tal”. Y eran unos que estaban machacando la borona<br />

para hacer harina, para hacer morokil. Es más, Pedro recuerda<br />

lo que <strong>en</strong> una ocasión les dijo <strong>el</strong> mismo t<strong>en</strong>i<strong>en</strong>te: «T<strong>en</strong>íamos<br />

un t<strong>en</strong>i<strong>en</strong>te, Salsam<strong>en</strong>di que decía “mira, ya sé que os damos<br />

de comer poco, pero si salís ¡que no os coja ningún aldeano,<br />

que no quiero líos!” Porque hubo a qui<strong>en</strong> lo cogió <strong>el</strong> aldeano<br />

y le amarró al tronco <strong>d<strong>el</strong></strong> manzano».<br />

De todos modos, las excursiones nocturnas suponían un<br />

verdadero riesgo para los prisioneros, y éstos además así lo<br />

142

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!