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Esclavos del franquismo en el Pirineo - Esclavitud bajo el franquismo

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también t<strong>en</strong>ía culpa; yo ya te digo que yo también t<strong>en</strong>ía que<br />

mant<strong>en</strong>er a mi mujer, yo no v<strong>en</strong>día nada pero yo le mandaba a<br />

mi mujer, si podía, algún paquete, <strong>en</strong> lugar de mandárm<strong>el</strong>o<br />

<strong>el</strong>la a mí se lo mandaba yo a <strong>el</strong>la».<br />

Estas prácticas continuaron cuando <strong>el</strong> batallón fue trasladado<br />

a Gipuzkoa, y es allí donde se constata <strong>en</strong> la docum<strong>en</strong>tación<br />

la v<strong>en</strong>ta de artículos a la población civil por oficiales<br />

<strong>d<strong>el</strong></strong> BDST 38. Curiosam<strong>en</strong>te, <strong>en</strong> este caso los d<strong>en</strong>unciados son<br />

un cabo y un soldado de escolta, quedando indemne de tal<br />

inspección <strong>el</strong> alférez Roldán, precisam<strong>en</strong>te qui<strong>en</strong> ord<strong>en</strong>aba a<br />

Luis Ortiz de Alfau que cometiera irregularidades <strong>en</strong> su favor.<br />

Además, hay que señalar que hay varios indicios de que<br />

estas prácticas no eran exclusivas <strong>d<strong>el</strong></strong> BDST 38. También Isaac<br />

Ar<strong>en</strong>al señala sobre la estancia <strong>d<strong>el</strong></strong> BDST (P<strong>en</strong>ados) <strong>en</strong> Altsatsu<br />

(Navarra), <strong>en</strong> 1943: «Repito una y otra vez que la comida<br />

era escasa y mala. El ejército la suministraba correctam<strong>en</strong>te,<br />

<strong>en</strong>tonces, ¿qué sucedía aquí? Que <strong>el</strong> t<strong>en</strong>i<strong>en</strong>te y los sarg<strong>en</strong>tos<br />

se quedaban con <strong>el</strong> 75% de la comida y después la rev<strong>en</strong>dían<br />

a la población civil. Posteriorm<strong>en</strong>te la falta de calidad y cantidad<br />

fue la causa de abrirles un expedi<strong>en</strong>te disciplinario». 135<br />

Así las cosas, conseguir más comida era una necesidad<br />

perman<strong>en</strong>te para los prisioneros de la mayoría de los batallones<br />

y también, por supuesto, para los que estuvieron <strong>en</strong> <strong>el</strong> <strong>Pirineo</strong><br />

navarro. No era tarea fácil, pero la necesidad apremiaba e<br />

invitaba a explorar difer<strong>en</strong>tes vías, a veces con un riesgo más<br />

que considerable, desarrollando difer<strong>en</strong>tes estrategias que<br />

llevaban muchas veces a los prisioneros al mundo exterior <strong>d<strong>el</strong></strong><br />

batallón. Además de lo que pudieran ag<strong>en</strong>ciarse <strong>en</strong> <strong>el</strong> propio<br />

batallón, ayudas familiares, compras <strong>en</strong> los pueblos cercanos,<br />

ayudas de la población, robos <strong>en</strong> huertas y casas, o intercambio<br />

<strong>d<strong>el</strong></strong> material –sobre todo botas o mantas– por comida <strong>en</strong><br />

pueblos cercanos, eran las principales vías por medio de las<br />

cuales consiguieron estos jóv<strong>en</strong>es un complem<strong>en</strong>to alim<strong>en</strong>tario<br />

que les alejara de la am<strong>en</strong>aza <strong>d<strong>el</strong></strong> hambre. Así pues, son estrategias<br />

que ti<strong>en</strong><strong>en</strong> también una repercusión <strong>en</strong> las propias<br />

familias de los prisioneros, <strong>en</strong> las poblaciones <strong>en</strong> las que se<br />

asi<strong>en</strong>tan los batallones, y que por lo tanto, van a hacer más<br />

complejas y ext<strong>en</strong>sas las consecu<strong>en</strong>cias de estos castigos.<br />

135. Ar<strong>en</strong>al, 1999: 104.<br />

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