Abrir - El club de los que deciden vivir
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mos fieles a nuestro objetivo, nuestra mente se concentrará en<br />
cómo hacer todo mejor. Así y todo, el número <strong>de</strong> horas en <strong>que</strong><br />
esté concentrándose, estudiando, sembrando, no será el total<br />
<strong>de</strong> las horas <strong>de</strong> ocupación cronológica en esta tarea, en la <strong>que</strong><br />
se suele “esperar” <strong>que</strong> vengan <strong>los</strong> compradores.<br />
Entonces ¿qué hará la mente?<br />
Para cerrarle el camino a ocupaciones dañinas, <strong>de</strong>bemos<br />
grabarle la consigna <strong>que</strong> trabajar en un puesto <strong>de</strong> venta no consiste<br />
en “esperar” compradores. Por más <strong>que</strong> lo <strong>de</strong>seemos y<br />
hayamos hecho todo lo posible para <strong>que</strong> sea así, ocurrirá como<br />
resultado <strong>de</strong>l trabajar bien y no <strong>de</strong>l esperar.<br />
Ningún trabajo <strong>de</strong> atención al público (más bien ninguno<br />
en general) consiste en esperar.<br />
Terminantemente <strong>de</strong>bemos <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> esperar, tanto en el<br />
trabajo como en el <strong>de</strong>scanso, e incluso cuando nos toca permanecer<br />
en una “sala <strong>de</strong> espera”.<br />
Lo <strong>que</strong> necesitamos hacer en un puesto <strong>de</strong> venta es estar<br />
disponibles para cumplir nuestra función cuando seamos re<strong>que</strong>ridos.<br />
Si viene alguien a comprar, bastará con <strong>que</strong> estemos.<br />
No es necesario <strong>que</strong> esperemos.<br />
La diferencia entre estar disponible y esperar radica en qué<br />
están haciendo la mente y el sentimiento.<br />
Esperar, lanzar la emoción hacia fuera <strong>de</strong> nosotros generando<br />
una tensión <strong>que</strong> sólo se calmará “<strong>de</strong>spués”, al abrazar el<br />
hecho <strong>que</strong> ocurrirá (o pue<strong>de</strong> no ocurrir) no sirve para ganar<br />
dinero ni para ninguna otra cosa, excepto para sufrir. Y la actitud<br />
<strong>de</strong> esperar, como ocurre con otras activida<strong>de</strong>s perjudiciales,<br />
pue<strong>de</strong> generar una adicción o vicio <strong>de</strong>l <strong>que</strong> sea terriblemente<br />
difícil librarse. Las emociones pue<strong>de</strong>n sentirse <strong>de</strong>sorientadas<br />
ante la quietud, generar angustia <strong>que</strong> sólo podrá canalizarse<br />
esperando otro suceso <strong>de</strong>seable, y así continuar in<strong>de</strong>finidamente<br />
hasta <strong>que</strong> salgamos <strong>de</strong> ese círculo vicioso, o <strong>de</strong> nuestra existencia.<br />
Pues bien, si <strong>de</strong>bemos cumplir ciertas horas <strong>de</strong> trabajo estando<br />
en un lugar sin necesidad (ni posibilidad) <strong>de</strong> llenarlas<br />
totalmente <strong>de</strong> concentración creativa en nuestros objetivos,<br />
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