Abrir - El club de los que deciden vivir
Abrir - El club de los que deciden vivir
Abrir - El club de los que deciden vivir
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Si la mala acción <strong>de</strong> otras personas nos perturba, generalmente<br />
es por<strong>que</strong> hay un <strong>de</strong>sor<strong>de</strong>n en nosotros al respecto; ya sea por<strong>que</strong><br />
no actuamos bien en la relación con ellas o por<strong>que</strong> no tomamos<br />
las precauciones necesarias para <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>rnos.<br />
Pensar en positivo no excluye ni <strong>de</strong>be excluir prestar atención<br />
a lo malo para saber enfrentarlo.<br />
En uno u otro terreno nos encontraremos siempre con<br />
<strong>que</strong> pasan cosas <strong>que</strong> no <strong>de</strong>seamos y no pasan cosas <strong>que</strong> <strong>de</strong>seamos.<br />
En algún momento <strong>de</strong> la existencia <strong>de</strong>bemos parar a preguntarnos<br />
si por esto, <strong>que</strong> parece lo más habitual en todos <strong>los</strong><br />
ámbitos, tiene sentido pensar lisa y llanamente <strong>que</strong> vivimos mal.<br />
Ni el más ingenuo <strong>de</strong> <strong>los</strong> humanos creería <strong>que</strong> se pue<strong>de</strong><br />
llegar (excepto en <strong>los</strong> paraísos post-mortem <strong>de</strong> creencias no<br />
poco ingenuas) a una forma <strong>de</strong> vida en <strong>que</strong> ocurra absolutamente<br />
todo lo <strong>que</strong> <strong>de</strong>sea y no ocurra jamás lo <strong>que</strong> no <strong>de</strong>sea.<br />
Lo más <strong>que</strong> aspiramos (instintivamente y no reflexivamente)<br />
es a eliminar el problema más visible <strong>que</strong> por el momento<br />
nos a<strong>que</strong>je, presintiendo <strong>que</strong> <strong>de</strong> ahí en a<strong>de</strong>lante nos sentiremos<br />
mejor. Pero nunca pasamos <strong>de</strong> ese sentimiento a la convicción<br />
<strong>de</strong> <strong>que</strong> jamás volveremos a tener un problema.<br />
No siendo imaginable la <strong>de</strong>saparición <strong>de</strong> la infelicidad por<br />
las modificaciones <strong>que</strong> el hombre establezca sobre el mundo,<br />
cabe preguntarse si es alzanzable por la modificación <strong>de</strong>l hombre<br />
en sí.<br />
La fi<strong>los</strong>ofía, la mística y la religión tomadas en su sentido<br />
más serio nos dicen <strong>que</strong> la perfección <strong>de</strong>l hombre consiste en<br />
emerger conscientemente <strong>de</strong>l mundo <strong>de</strong>l <strong>de</strong>seo y el miedo ante<br />
<strong>los</strong> fenómenos externos, alcanzando la felicidad al <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> ser<br />
afectado por <strong>los</strong> vaivenes <strong>de</strong> <strong>los</strong> fenómenos.<br />
Ante ese tipo <strong>de</strong> propuestas, nos preguntamos inmediatamente<br />
cómo se llega a tal estado, pero casi en el mismo acto<br />
nos damos cuenta <strong>de</strong> <strong>que</strong> no estamos <strong>de</strong>l todo interesados en<br />
llegar; por<strong>que</strong> en el fondo, por alguna ignorancia metafísica <strong>que</strong><br />
no se remueve simplemente pensando, aspiramos a disfrutar <strong>de</strong><br />
no pocos fenómenos y circunstancias <strong>de</strong>l mundo externo.<br />
¿Qué cabe hacer entonces? ¿Habitar el mundo <strong>de</strong> <strong>los</strong> abso-<br />
21