Abrir - El club de los que deciden vivir
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es <strong>que</strong> a<strong>que</strong>l<strong>los</strong> seres parecían poseer la fórmula <strong>de</strong> la felicidad;<br />
la otra es <strong>que</strong> si viviéramos como el<strong>los</strong> nos aburriríamos terriblemente.<br />
Y si profundizamos un poco más llegaremos a la conclusión<br />
más sorpren<strong>de</strong>nte: tanto una afirmación como la otra son verda<strong>de</strong>ras.<br />
Alguien dijo “la felicidad <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> no tener opciones”.<br />
No es <strong>que</strong> presentara un i<strong>de</strong>al <strong>de</strong> felicidad para <strong>los</strong> vegetales: se<br />
supone <strong>que</strong> no creería <strong>que</strong> una vida sin opciones es la mejor <strong>de</strong><br />
las vidas posibles. Se refirió a <strong>que</strong> lo <strong>que</strong> introduce inestabilidad,<br />
vacilación, duda, miedo, tormento y complicación en<br />
nuestra vida es ni más ni menos <strong>que</strong> la posibilidad <strong>de</strong> elegir.<br />
La misma especie humana <strong>que</strong> una vez cazaba en las selvas<br />
fue innovando, inventando, intentando, y convirtiendo paso a<br />
paso la vida <strong>de</strong> cada individuo (según unos para mal, según<br />
otros para bien) en lo <strong>que</strong> es ahora: una posibilidad casi infinita<br />
<strong>de</strong> opciones.<br />
Y, curiosamente, esa iniciativa creó un fenómeno antes inexistente:<br />
una alta proporción <strong>de</strong> seres disconformes.<br />
Esto nos tienta a preguntarnos: ¿Nos hemos equivocado?<br />
¿Es un error la civilización?<br />
Detrás <strong>de</strong> esta pregunta parece subyacer toda la razón <strong>de</strong><br />
ser <strong>de</strong>l hombre.<br />
Podríamos haber sido animales sin inquietu<strong>de</strong>s; pero el<br />
mismo proceso <strong>de</strong> inventar armas al principio, ropas más a<strong>de</strong>lante<br />
y el resto <strong>de</strong> las cosas <strong>de</strong>spués no es un hecho azaroso, <strong>que</strong><br />
podría haber ocurrido o no: <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el momento en <strong>que</strong> somos humanos<br />
intentamos hacer “algo más” con nuestra existencia.<br />
Todo lo <strong>que</strong> hicimos <strong>de</strong>s<strong>de</strong> nuestro estado salvaje en a<strong>de</strong>lante<br />
fue, podría <strong>de</strong>cirse, el resultado <strong>de</strong> una vocación previa.<br />
Pues bien, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> ese primer intento <strong>de</strong> “algo más” estuvimos<br />
ampliando nuestras posibilida<strong>de</strong>s. Hoy cualquier ser humano es<br />
consciente <strong>de</strong> <strong>que</strong> en su vida hay distintas posibilida<strong>de</strong>s, <strong>de</strong> <strong>que</strong><br />
algunas pue<strong>de</strong>n concretarse y otras no, y <strong>de</strong> <strong>que</strong> algunas pue<strong>de</strong>n<br />
hacerlo más feliz <strong>que</strong> otras.<br />
A diferencia <strong>de</strong>l sujeto escogido al azar en el ejemplo, no<br />
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