Abrir - El club de los que deciden vivir
Abrir - El club de los que deciden vivir
Abrir - El club de los que deciden vivir
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Así, el impulso a la máxima satisfacción va contrabalanceándose<br />
con el sentido <strong>de</strong> realidad, <strong>de</strong>jando atrás su salvajismo y<br />
<strong>de</strong>scontrol iniciales.<br />
Des<strong>de</strong> el “puesto <strong>de</strong> control” <strong>de</strong>l individuo, el discernimiento<br />
va <strong>de</strong>terminando <strong>que</strong> el impulso a la máxima satisfacción no se<br />
<strong>de</strong>sbor<strong>de</strong>, por<strong>que</strong> se hace evi<strong>de</strong>nte <strong>que</strong> chocar, llorar y patalear<br />
disminuyen la satisfacción disponible en el momento <strong>de</strong> hacerlo.<br />
Sin embargo, abundan <strong>los</strong> casos <strong>de</strong> gente con escaso sentido<br />
<strong>de</strong> realidad, <strong>que</strong> no por ser adultas <strong>de</strong>jan <strong>de</strong> lanzarse sin pensar<br />
sobre las cosas o <strong>de</strong> violentarse ante cada imposibilidad. En<br />
alguna medida, todos pa<strong>de</strong>cemos algún grado <strong>de</strong> inmadurez al<br />
respecto, manifestado en el hecho <strong>de</strong> <strong>que</strong> el impulso a la<br />
máxima satisfacción suele empeorarnos la vida durante más tiempo<br />
<strong>que</strong> aquél en <strong>que</strong> nos sitúa en la máxima satisfacción buscada.<br />
Para todo el <strong>que</strong> no se haya matado en el embate inicial, o<br />
no esté en una celda pateando puerta y pare<strong>de</strong>s, existen, por<br />
imposición <strong>de</strong> la realidad, momentos en <strong>que</strong> se vive sin <strong>de</strong>splegar<br />
a pleno el impulso a la máxima satisfacción.<br />
Esto significa <strong>que</strong>, en esa gran mayoría <strong>de</strong> gente más o<br />
menos madura y controlada, el impulso a la máxima satisfacción<br />
no se <strong>de</strong>spliega plenamente sobre la realidad exterior; pero sí<br />
pue<strong>de</strong> seguir haciéndolo <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la persona; con una <strong>de</strong> dos<br />
posibilida<strong>de</strong>s: insatisfacción o <strong>de</strong>senfreno.<br />
La insatisfacción es el sentimiento <strong>de</strong> estar viviendo peor <strong>de</strong><br />
lo <strong>que</strong> se podría <strong>vivir</strong>. Es mayor en la medida en <strong>que</strong> <strong>de</strong>seemos<br />
<strong>de</strong> más o trabajemos <strong>de</strong> menos.<br />
<strong>El</strong> <strong>de</strong>senfreno es la realización impulsiva, sin ninguna consi<strong>de</strong>ración<br />
sobre posibles consecuencias, <strong>de</strong> activida<strong>de</strong>s satisfactorias<br />
posibles pero inconvenientes.<br />
Estas son inconvenientes por<strong>que</strong> posteriormente acarrean insatisfacción<br />
por sus consecuencias en <strong>los</strong> siguientes terrenos:<br />
140<br />
Social: Encarcelamiento, multas, aislamiento<br />
social, carencia económica, pérdidas <strong>de</strong><br />
<strong>de</strong>rechos, <strong>de</strong> empleos, <strong>de</strong> relaciones