Abrir - El club de los que deciden vivir
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como otro tema <strong>de</strong> pensamiento y conversación, para limitar<br />
sus ocupación mental a un cuidado superficial y no<br />
<strong>de</strong>sembocar en la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> <strong>que</strong> su vida es lo <strong>que</strong> ella<br />
misma hace.<br />
“Cuidarse”, en cualquiera <strong>de</strong> <strong>los</strong> sentidos en <strong>que</strong><br />
se lo piense, es bueno como parte <strong>de</strong> lo <strong>que</strong> hagamos.<br />
Pero necesitamos cuidarnos, conservarnos íntegros,<br />
ni más ni menos <strong>que</strong> para <strong>vivir</strong>.<br />
Incluso si <strong>vivir</strong>, si superarnos, genera algún peligro<br />
para nuestra integridad, pue<strong>de</strong> tener sentido arriesgarse<br />
por lo <strong>que</strong> se sueña. Esa actitud da origen a <strong>los</strong><br />
héroes o, sin ir tan lejos, a las personas <strong>que</strong> logran<br />
cumplir con sus aspiraciones más valiosas.<br />
Si lo único <strong>que</strong> ocupa la atención <strong>de</strong> una persona<br />
es la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> “cuidarse”, lo más probable es <strong>que</strong><br />
esté tomándola como excusa para no arriesgarse a<br />
<strong>vivir</strong>.<br />
O sea <strong>que</strong> está <strong>de</strong>scuidándose en el sentido más<br />
profundo <strong>de</strong> la palabra.<br />
Es muy útil para emigrar, para no ingresar seriamente<br />
a la propia vida, la creencia <strong>de</strong> <strong>que</strong> sólo podremos<br />
<strong>vivir</strong>la cuando hayamos resuelto todos nuestros problemas<br />
<strong>de</strong> salud. Con tal criterio, <strong>de</strong>jamos para <strong>de</strong>spués<br />
todo lo serio <strong>que</strong> en algún momento pueda venir a<br />
nuestra mente, y nos <strong>de</strong>dicamos a entretenernos sin superarnos,<br />
o, si superarse es una i<strong>de</strong>a <strong>de</strong>masiado gran<strong>de</strong><br />
y seria, a entretenernos con problemas superficiales,<br />
e incluso inexistentes, para no molestarnos con el<br />
intento hacer realidad lo <strong>que</strong> en lo más íntimo <strong>de</strong>seamos.<br />
De ahí <strong>que</strong> buena parte <strong>de</strong> las conversaciones<br />
entre emigrantes mentales versen sobre la última visita<br />
a un médico, sobre “qué están tomando” o sobre<br />
qué le duele a cada uno. Y generalmente esto no<br />
se encamina a resolver <strong>los</strong> problemas, sino a repetirse<br />
y convencerse mutuamente <strong>que</strong> hoy y siempre<br />
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