LA COMPRENSIÓN DE UNA ÉPOCA A TRAVÉS DEL CAMBIO EspEcial formaciones, reformas y avances. Del mismo modo, han suscitado controversias, polémicas, debates y cuestionamientos a sus reformas. A veces el conservadurismo (dicho sea sin modo peyorativo) es el principal obstáculo y ancla para trazar nuevas rutas. Ni sin razón, muchas de las veces los conservadores (que incluso pueden estar encuadrados en las filas del reformador) exponen argumentos válidos, que se basan en la historia y en la antropología política que de manera aristotélica, aconsejan prudencia. El cambio gEnEracional En méxico Daniel Cosío Villegas señalaba que la prenda excepcional que admiraba de Juárez, era “su capacidad para entender, para asimilar, aun para adelantarse a su época”. En efecto, el licenciado zapoteca e ideólogo de la Revolución de Ayutla, como lo llegó a nombrar el caudillo Juan Álvarez, inició su carrera política (que no administrativa) actuando en el escenario político local de Oaxaca a los cuarenta y tres años. En Juárez, proseguía Cosío Villegas, “se dieron de manera muy equilibrada, el estadista y el político, es decir, el hombre de Estado, capaz de concebir grandes planes de acción gubernamental, y el hombre ducho en la maniobra política”. Posteriormente, otro Presidente de la República, con menos de cuarenta años, comprendería su tiempo y su momento histórico: Lázaro Cárdenas. Su proceso de formación política tuvo lugar dentro de una generación de jóvenes que conocían los grandes problemas nacionales y buscaban soluciones de fondo para combatir la injusticia social. Aun después de concluido su periodo presidencial, continuó, hasta su muerte, como un luchador social. Miguel Alemán Valdés, “El Cachorro de la Revolución”, joven abogado y primer civil en convertirse en Presidente de la República después del proceso revolucionario, emprendió el desarrollo industrial del país, dando inicio al denominado “milagro mexicano”. Su presidencia se cataloga como transformadora, donde nuevos cuadros egresados de la Universidad Nacional Autónoma de México se hicieron cargo de los asuntos públicos. Adolfo López Mateos, “Adolfito”, como lo llamara afectuosamente el Presidente Ruiz Cortines, emprendió exitosamente la apertura de México al mundo y visualizó en el Desarrollo Estabilizador, un concepto ideológico para comprender su época. En general, todos los presidentes tuvieron un empuje modernizador, con claroscuros y con el severo juicio de la posteridad. Ellos comprendieron su momento y actuaron en consecuencia en el marco del enfrentamiento Este-Oeste o Guerra Fría, o hasta el derrumbe del tristemente célebre Muro de Berlín. Presidencia que genera un intenso debate fue la de Carlos Salinas de Gortari, joven político de formación técnica que, con un equipo de trayectoria académica y administrativa similar a la de él mismo, emprendió reformas profundas, asimilando los cambios que ocurrían en el mundo y adecuando el país a ellos. Para nadie queda duda, aun para sus críticos, que sus reformas modernizadoras cambiaron el rostro de México. Por ejemplo, en lo que se refiere al Tratado de Libre Comercio, sus otrora opositores en aquellos años reconocen ahora que esta de- terminación fue un acierto. Inclusive los partidarios contemporáneos del BRIC, admiten que en su momento fue un acierto integrarse al bloque norteamericano. Es posible que las condiciones actuales indiquen caminos alternativos, pero en su momento fue un acierto. La hoy lejana derrota del año 2000, hizo que el <strong>PRI</strong> reflexionara acerca de la renovación generacional. Casi de manera obsesiva, la necesidad del cambio y de las reformas estatutarias para abrir paso a los nuevos cuadros, fueron la constante en las publicaciones, foros, consejos políticos a todos los niveles y asambleas. En esta época, en que se portan teléfonos de los denominados inteligentes y se participa activamente en las redes sociales del ciberespacio, donde hay nuevas formas de escribir y leer, no es casual que la mayor parte de la gente con capacidad de votar y, sobre todo, los nuevos electores, se inclinen por un candidato que se ha probado ya como gobernador de una de las entidades más pobladas y grandes de México, y que puede combinar esa imagen de vigor, energía y frescura propia de la juventud con la experiencia, liderazgo y visión de un político que comprende su tiempo y el de su nación. Un nuevo estadista de una nueva generación.a mario VElasco TorrEs dE la VEga es abogado y politólogo. Ha sido editor de la revista Nueva, Director del periódico La República y Editor de la Revista Confluencia XXI del <strong>PRI</strong>. Desarrollador de los conceptos editoriales FORMA y Plataforma de la Fundación Colosio. Colaborador en diversos medios impresos. examen 53
54 examen foto Cortesía galeria de arte y filosofía profana