Preferencias electorales - PRI
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La afirmación de que el<br />
petróleo pertenece a la<br />
nación se ha prestado<br />
a múltiples interpretaciones.<br />
Se ha entendido<br />
que pertenece al Estado, a cada<br />
gobierno en turno, a la empresa<br />
paraestatal que tiene la encomienda<br />
de explotarlo y aún a su sindicato.<br />
López Portillo fincó en el petróleo<br />
su esperanza de la “administración<br />
de la abundancia”, Ernesto Zedillo<br />
garantizó el cumplimiento de las<br />
obligaciones internacionales del<br />
país mediante la factura petrolera.<br />
Durante mucho tiempo el sindicato<br />
disfrutó de una cuota de sus contratos.<br />
Los casos de corrupción marcaron<br />
fuertemente la memoria de los<br />
mexicanos durante varias décadas.<br />
Escenario de batallas abiertas o<br />
silenciosas, de guerras de doctrinarios<br />
y pragmáticos, de quienes<br />
buscan la apertura económica o<br />
pretenden la autosuficiencia, lo<br />
cierto es que el petróleo ha significado<br />
para el país más soluciones<br />
que conflictos. El México actual no<br />
se podría entender sin el petróleo y<br />
sin PEMEX, la empresa que tiene<br />
la encomienda de explotarlo.<br />
Pero lejos de haber perdido<br />
vigencia por estar resuelta, la<br />
discusión sobre el petróleo sigue<br />
abierta para intelectuales, especialistas<br />
y políticos. No es posible<br />
ni conveniente evitarla. Más aún,<br />
en este inicio del siglo XXI cobra<br />
renovada importancia.<br />
EL NUEVO ENTORNO<br />
En los últimos años el planeta se ha<br />
ido acercando a nuevos puntos de<br />
inflexión. Los adelantos tecnológicos<br />
han ocurrido simultáneamente<br />
a un explosivo crecimiento de la<br />
población, al surgimiento de una<br />
configuración geopolítica mundial<br />
que es distinta, a la emergencia de<br />
nuevas potencias y al recrudecimiento<br />
de los fundamentalismos.<br />
La viabilidad misma del planeta<br />
y del género humano enfrentan<br />
nuevos riesgos. No todos son<br />
políticos, sino que tienen que ver<br />
con el entorno físico y con la relación<br />
que mantenemos con él. El<br />
cambio climático advierte de la<br />
imposibilidad de mantener conductas<br />
y hábitos de consumo. El<br />
agotamiento de ciertos recursos<br />
apremia a cambiar y encontrar soluciones<br />
diferentes para satisfacer<br />
las necesidades de la población<br />
Dentro de esos retos tiene una<br />
importancia destacada el asunto de<br />
la energía. Por múltiples razones el<br />
mundo tiene que pasar del uso de<br />
la energía no renovable, hacia la renovable,<br />
y procurar que ese uso sea<br />
menos agresivo con el ambiente.<br />
Todo –alimentos, vivienda, servicios–<br />
es consumo de energía.<br />
LAS LIMITACIONES<br />
En México PEMEX fue hecho<br />
responsable de la administración<br />
de los hidrocarburos. Pero con<br />
muchas restricciones, algunas entendibles<br />
cuando se establecieron<br />
y mientras fueron vigentes en su<br />
momento histórico, pero no ahora.<br />
Las limitaciones principales que<br />
se deben mencionar son la sujeción<br />
a una normatividad restrictiva<br />
y poco apropiada para la naturaleza<br />
de la industria, una carga fiscal<br />
abrumadora y una imposibilidad<br />
de desarrollo técnico.<br />
PEMEX se trató como si fuera<br />
una dependencia gubernamental,<br />
no una empresa productiva<br />
de bienes y servicios. El costo que<br />
ello representaba para la empresa,<br />
ya en el año 2000, era de cerca de<br />
los diez mil millones de pesos, de<br />
acuerdo a los expertos. Es de suponer<br />
que esta cifra ha crecido en los<br />
últimos años, sobre todo si consideramos<br />
la última reforma, que<br />
lejos de simplificar, hizo mucho<br />
más complejo el entramado administrativo.<br />
Tratar a PEMEX como<br />
a una dependencia de gobierno ha<br />
representado un costo enorme y le<br />
ha entorpecido su actividad.<br />
El segundo aspecto principal ha<br />
sido una carga fiscal abrumadora,<br />
recaudatoria hasta la depredación<br />
y además variable en forma errática.<br />
Ese factor tiene una gran importancia<br />
si se examina la situación<br />
financiera del organismo. Los<br />
pasivos de la empresa, considerando<br />
un pasivo laboral creciente, por<br />
el aumento y la renovación del personal,<br />
superan a sus activos “externos”,<br />
que son básicamente instalaciones<br />
y acero –refinerías, ductos,<br />
plantas de tratamiento.Esos activos<br />
no son realizables, no tienen valor<br />
de mercado. Sin considerar las reservas<br />
de hidrocarburos, la empresa<br />
se encuentra en quiebra.<br />
Más aún, reiterando el argumento<br />
anterior, la política fiscal<br />
que se aplica sobre el recurso petrolero<br />
es esencialmente recaudadora<br />
y, en consecuencia, irracional<br />
desde cualquier punto de vista. El<br />
petróleo se está agotando, a menos<br />
que se tomen decisiones para corregir<br />
la situación. La declinación<br />
de las reservas probadas así lo indica.<br />
Y, ante ello, la política fiscal<br />
se orienta a la recaudación para financiar<br />
el gran déficit público que<br />
existiría en ausencia del petróleo,<br />
en detrimento de la inverisión que<br />
sería necesaria para el aprovechamiento<br />
integral del petróleo. El<br />
examen 45