Preferencias electorales - PRI
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Economía<br />
Jesús Alberto CAno Vélez<br />
la realidad de la<br />
deuda pública local<br />
y nacional<br />
La deuda de los estados y municipios no<br />
es tan alta como se piensa, comparada con<br />
referencias internacionales, mientras que la<br />
deuda del Gobierno Federal sí ha tenido un<br />
crecimiento considerable.<br />
E<br />
n los últimos meses, la estrategia electoral del<br />
PAN se ha centrado en descalificar a nuestro<br />
partido por los niveles de endeudamiento en<br />
los distintos estados. Si bien es cierto que existen<br />
casos de estados, gobernados por todos los partidos,<br />
en los que se presenta un incremento significativo<br />
de la deuda, es falso que el saldo total de la misma<br />
represente un riesgo para la estabilidad económica.<br />
Al 31 de diciembre de 2011, la deuda de estados<br />
y municipios ascendió a 390 mil 777 millones de<br />
pesos, lo que representa 2.56% del PIB. A los estados<br />
corresponde 80.9% del monto, a sus organismos paraestatales<br />
6.3%, mientras que los municipios participan<br />
con 11.3% y sus propios organismos con 1.5%.<br />
Comparada con referencias internacionales, esta<br />
deuda es baja, puesto que en países como Estados<br />
Unidos la cifra es de 18.9% del PIB y en Brasil 12.9%.<br />
Además, el plazo promedio de la deuda en los estados<br />
es de 15.8 años y la tasa de interés es de 6.4%, lo que<br />
refleja que, a pesar de los focos rojos en algunas entidades,<br />
no tenemos un problema estructural.<br />
Es de destacar que la entidad federativa que<br />
más redujo su deuda como porcentaje de las participaciones<br />
fue el Estado de México, que pasó de<br />
123.8% en 2001 a 62.4% en 2011, lo que nos habla<br />
del buen manejo financiero por parte de la pasada<br />
administración estatal.<br />
El verdadero problema en la sustentabilidad de<br />
las finanzas públicas estatales no es la deuda, sino<br />
la distribución disfuncional entre responsabilidades<br />
12 examen<br />
de gasto e ingresos propios, y el incremento desbalanceado<br />
entre el gasto federal y el federalizado.<br />
Mientras el gasto programable del Gobierno Federal,<br />
sin incluir las aportaciones federales, tuvo un<br />
crecimiento en su proporción del PIB de 61.5%, las<br />
aportaciones y participaciones sólo crecieron 13.8%,<br />
Esto conlleva a que tengamos programas como<br />
el seguro popular, en el que el gasto del Gobierno<br />
Federal ha crecido muy significativamente, que no<br />
ha estado correspondido con los debidos recursos<br />
para los estados para infraestructura hospitalaria o<br />
el pago de personal.<br />
Sin duda cualquier crecimiento acelerado de la<br />
deuda en alguna entidad merece toda nuestra atención,<br />
más cuando se contratan créditos a corto plazo<br />
y no se utilizan en inversión, pero no se debe acudir<br />
al alarmismo para tapar los problemas centrales de<br />
las finanzas públicas locales.<br />
Ahora veamos algunas realidades de la deuda federal.<br />
La deuda pública bruta del Gobierno Federal<br />
ascendió a 5 billones 75 mil 573 millones de pesos,<br />
lo que representa 33.8% del PIB. Si bien esta deuda<br />
también es baja en términos internacionales, debemos<br />
destacar su reciente crecimiento.<br />
La deuda del Gobierno Federal (sin incluir a las<br />
paraestatales) sí ha tenido un crecimiento considerable.<br />
Entre 2000 y 2011 ésta pasó de 19.1% del<br />
PIB en 2000 a 27% en 2011, un incremento de 7.9<br />
puntos. Aun descontando los efectos que tuvo para<br />
este incremento el asumir los pasivos de las pensiones<br />
del ISSSTE, hay un crecimiento que no ha<br />
sido explicado a cabalidad por el Gobierno Federal.<br />
Asimismo, no tenemos claro el monto de los pasivos<br />
derivados de las pensiones de Pemex y los organismos<br />
descentralizados, entre otros, los cuales pueden<br />
representar un riesgo en el mediano plazo.<br />
Mientras los tiempos <strong>electorales</strong> se prestan al<br />
alarmismo y a la descalificación desinformada, la<br />
realidad nos muestra problemas estructurales en<br />
las finanzas públicas que debemos atender. Será decisión<br />
de los candidatos presidenciales plantear las<br />
grandes soluciones que requiere el país.a<br />
Jesús Alberto CAno Vélez es economista.