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PARTE SEGUNDA: LA PREVENCIÓN Y LA PROTECCIÓN DEL RIESGO APLICADAS A LAS MÁQUINAS
Un resguardo puede desempeñar su función por sí solo, en cuyo
caso únicamente es eficaz cuando está cerrado, o actuar asociado a
un dispositivo de enclavamiento o de enclavamiento con bloqueo,
en cuyo caso la protección está garantizada cualquiera que sea la
posición del resguardo.
Los resguardos se pueden dividir en fijos y móviles o regulables:
1. Resguardo fijo: es el resguardo que se mantiene en su posición
de cerrado de forma permanente o mediante elementos de fijación
que impiden que puedan ser retirados o abiertos sin el uso de una
herramienta.
Deben impedir la posibilidad de acceso a los puntos de peligro,
en especial cuando a través de ellos se realizan operaciones de
alimentación de materiales, y estar diseñados para permitir que se
realicen operaciones de mantenimiento y ajuste sin necesidad de
ser desmontados. Además, pueden servir también para proteger
de otros riesgos tales como: proyecciones, reducción de ruido,
etc.
Existen varios tipos de resguardos fijos:
• Envolventes. Resguardos que en su posición impiden el acceso
a la zona peligrosa por cualquiera de sus lados, es decir, encierran
completamente la zona peligrosa.
• Distanciadores. Resguardo que no cierra totalmente la zona
peligrosa, pero que impide o reduce el acceso en virtud de sus
dimensiones y de su distancia a la zona peligrosa haciéndola
inaccesible.
2. Resguardo móvil o regulable: este tipo de resguardo suele estar
unido a elementos fijos de las máquinas y puede ser abierto o manipulado
mediante bisagras o elementos similares, sin necesidad de
utilizar herramientas.
Los resguardos móviles, sean del tipo que sean, deben de cumplir
con los siguientes requisitos: impedir o limitar al máximo posible el
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