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PARTE SEGUNDA: LA PREVENCIÓN Y LA PROTECCIÓN DEL RIESGO APLICADAS A LAS MÁQUINAS
Las radiaciones no ionizantes ocupan la parte del espectro electromagnético
que va desde las frecuencias extremadamente bajas
hasta la radiación ultravioleta, pasando por las radiofrecuencias u
ondas de radio, las microondas, los ultrasonidos, los rayos infrarrojos
y la radiación visible. Están presentes de forma cotidiana en
nuestra vida (campos electromagnéticos producidos por líneas eléctricas,
hornos microondas, pantallas de televisión, teléfonos móviles,
aparatos eléctricos…), tanto dentro como fuera del trabajo.
Las radiaciones ionizantes son las ondas electromagnéticas de
mayor energía. Tienen la capacidad de penetrar la materia y arrancar
directa o indirectamente los átomos que la constituyen. En el
espectro electromagnético van desde las partes más altas de la
radiación ultravioleta (los rayos X) hasta la radiación gamma. La
presencia de radiaciones ionizantes en el trabajo no se puede considerar
un hecho generalizado, sino más bien restringido a ciertos
sectores de actividad, como la investigación o el uso médico.
Radiaciones no ionizantes: medidas preventivas
Actuación sobre la fuente:
• La máquina ha de ser diseñada y fabricada de forma que las radiaciones
exteriores no perturben su funcionamiento.
• Diseño adecuado de la instalación.
• Cerramientos con cabinas o cortinas.
• Aislamiento parcial de la máquina.
• Pantallas y atenuadores.
• Control periódico del campo de difusión y de la intensidad.
Actuación sobre el ambiente:
• Recubrimiento antirreflectante de las paredes.
• Control de la temperatura, de la humedad y ventilación.
• Evitar en lo posible la concentración de más de una fuente en un
mismo ambiente.
• Delimitación y señalización de las zonas de peligro.
Actuación sobre la organización del trabajo:
• Reducir el tiempo de exposición al riesgo en proporción al grado de
peligro.
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