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PREVENCIÓN Y CONTROL DE MÁQUINAS Y EQUIPOS DE TRABAJO
más de recoger los requisitos esenciales de seguridad, confieren
presunción de conformidad con los requisitos esenciales y fijan el
nivel de seguridad alcanzable y exigible al producto en el momento
de su fabricación. Aplicar las normas armonizadas confiere la
presunción de conformidad, con lo que los trámites para obtener
el certificado de conformidad por parte de un organismo notificado,
necesario para poder comercializar una máquina o componente
de seguridad, se ven facilitados de esta manera.
En definitiva, una máquina fabricada siguiendo los requisitos
recogidos en una norma armonizada, tiene presunción de conformidad,
por lo que debe de suponerse que es segura y que no pone
en peligro a los trabajadores que la utilicen.
Las normas armonizadas, debido a la gran variedad de máquinas
existentes, se han dividido en tres grupos:
1) Normas de tipo A o normas de seguridad fundamentales:
precisan nociones fundamentales, principios para el diseño y
aspectos generales que pueden ser aplicados a todos los tipos de
máquinas.
2) Normas de tipo B o normas de seguridad relativas a una
materia: tratan sobre un aspecto de seguridad o sobre un tipo de
dispositivo que condiciona la seguridad. Son válidas para una
amplia gama de máquinas. Se subdividen en dos tipos:
- Normas de tipo B1, que tratan de aspectos particulares de la
seguridad (por ejemplo, distancias de seguridad, temperatura
superficial, ruido, valoración de sustancias peligrosas, compatibilidad
electromagnética, etc.).
- Normas de tipo B2, que tratan de sistemas, dispositivos o
componentes que condicionan la seguridad (por ejemplo,
doble mando, dispositivos de enclavamiento, dispositivos sensibles
a la presión, resguardos, material para atmósferas potencialmente
explosivas, etc.).
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