Tercer trimestre - Vedruna Immaculada Barcelona

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ESO 2 n
L’Omer Fast a Caixa Fòrum
E l
dia 29/3/11 vam anar a
Caixa Fòrum. Primer vam
agafar el metro i vam baixar
a Plaça Espanya, i vam caminar
fi ns arribar a Caixa Fòrum. Vam
esmorzar i vam entrar i ja ens
esperava l’Agnès, la nostra guia.
Seguidament vam anar a una sala
on ens van ensenyar un reportatge
de l’autor, l’Omer Fast. La
meitat de la pantalla projectava la
història d’un militar, que durant
la guerra de l’Iraq va matar sense
voler una senyora, i l’altre meitat
projectava un altre reportatge
amb el mateix protagonista però
MI MUÑECO VIEJO Y YO
Cuando el médico me dio los resultados de la analítica, me
quedé helada, no me lo podía creer.
Al llegar a casa, mi padre nos estaba esperando contenta
pensando que todo había salido bien, pero no era así; en los
informes médicos ponía que tendría que estar ingresada durante
mucho tiempo, así que mi madre me mandó a hacer las maletas.
Cuando entré en la que había sido mi habitación, una lágrima me
recorrió la mejilla, entonces fue cuando me vino a la mente esos
recuerdos de cuando yo era pequeña.
Bajé las escaleras con la maleta en la mano, cansada, intentando
no mostrar mi dolor, pero al fi nal mi padre se dio cuenta de mis
sentimientos y decidió ayudarme y consolarme.
A pesar de todo, decidí ir a la buhardilla para coger el muñeco
viejo que mi abuela me regaló ya hace un montón de tiempo, el
muñeco con el que había pasado buenos y malos momentos.
Mi padre nos llevó hacia la clínica hospitalaria, donde estaría
ingresada. Durante todo el recorrido, me preguntaba por qué me
tenía que pasar a mí.
Pero cuando llegué, vi que muchos otros niños estaban enfermos,
y ya desde hacía tiempo. Así que por otra parte tenía suerte.
Cada tarde me iba a la sala recreativa donde estaban los otros
niños, donde podía disfrutar al menos de un rato y olvidarme en
qué lugar estaba.
Después de muchas pruebas, me encontraron una mancha en un
pulmón. Así que decidí relacionarme con los otros niños con los
que me encontraba cada día en esa sala para tener un poco de entretenimiento,
y amigos con los que poder hablar y relacionarme.
Los días siguientes, como os he dicho, me intenté relacionar más,
y les enseñé mi muñeco, el muñeco viejo y un poco destrozado del
cual os he contado antes.
Un niño, con una enfermedad no muy conocida, me dijo que si
le dejaba mi muñeco, y así lo hice, le dejé durante un tiempo; y
cuando me lo devolvió, vi que su madre me lo había arreglado
un poco para que no diera tanta pena, incluso yo mismo lo reconozco,
no era de lo más perfecto, así que le di las gracias.
Después de haberle conocido, cada día quedábamos a una hora
determinada, para ir a ver a los otros niños que no tenían la misma
suerte de poder tener un rato para divertirse.
Decidimos pedirles a nuestras madres hilos, agujas y ropa para
poder hacer muñecos parecidos al mío y dárselos a todos los
niños del hospital, para que tuvieran un poco de compañía.
La verdad es que me sentí muy bien al ayudar a otros niños, y mi
estancia en el hospital se me hizo más corta.
Sandra García de las Bayonas
explicant les seves experiències
amb una novia alemanya, que es
comportava de forma estranya.
L’Omer Fast va fer un collage, va
fi car fets reals amb fets inventats
i va combinar la fotografi a amb
el vídeo. Això ho vam descobrir
en donar la volta a la projecció, és
a dir, vam poder veure de l’altre
costat la part que ens explicava
com havia estat el procés de creació.
Després vam fer un taller: havíem
de combinar diferents vídeos perquè
sortís una frase, ens vam fi car
en grups de dos o tres persones
i vam començar a fer el muntatge.
Primer havíem de subratllar
la frase que volíem fer en un full
(feta a partir de diferents parlaments);
quan ja ho teníem subratllat
vam començar agafar el vídeos
i ajuntar-los perquè formes la
frase amb l’ordinador i quan tota
la gent va acabar vam escoltar
totes les frases dels nostres companys.
Va ser molt divertit!
Després vam agafar el metro i
vam baixar a Encants i vam tornar
al col·legi… Tornem a la rutina!
Sara Villeta
El caer de las hojas
Todos en la vida tenemos
momentos inesperados
en los que
hemos sufrido o vamos a
sufrir.
Creo que ese sentimiento
también lo viven las hojas:
¿Os habéis parado a ver el
momento en que una hoja
está a punto de caer o se está
secando?
Una hoja primero vive y está
rebosante de alegría; es de
color verde, muy dura, muy
atrevida e incluso a veces
acaba en punta, que eso nos
da a entender que no quiere
que se le escape su alimento
vital; el agua.
Esos primeros días son maravillosos,
siempre al lado de
su madre; la rama, y de su
padre; el tronco. Nunca tiene
miedo porque está protegida
y su padre mantiene a todos.
¡Eso sí que es vida!
Hasta aquí todo bien, pero
después… ¿alguien piensa en
lo que pasa después?
Después es cuando viene lo
malo:
Primero cae el padre, la raíz
de todo, el tronco, el elemento
vital: se empieza a secar
sacando cortezas, entonces
se pone el traje militar e intenta
ser duro, pero no puede.
Las capas se le van cayendo
y si no se le caen viene el
típico niño pequeño y se las
arranca. Ya empezamos con
uno mal y la hoja empieza a
ponerse de un toque amarillo
con pequeñas manchas
verdes.
A continuación viene la madre;
la rama, ella es la que se
preocupa por la hoja, pero
teniendo al tronco mal, ella
se empieza a venir abajo,
cada vez más débil, intentando
aguantar a su hija con sus
únicas fuerzas pero casi que
no puede.
La hoja que ya está de color
marrón con pequeñas
manchas amarillas empieza
a secarse y a ponerse acartonada,
sin poder ser tan fl exible
como antes. Y las últimas
manchas amarillas que
le quedan se le tiñen de color
totalmente marrón.
En este momento es cuando
la hoja empieza a tambalearse,
cuando ve que ya está
a punto de caerse, e inesperadamente
viene una ráfaga
de viento que la desprende
de su rama. Aquí es cuando
la hoja ve cómo se va separando
de sus padres, de su
raíz, de su elemento vital, y
va cayendo lentamente dando
vueltas con el viento que
le ayuda a llegar a su único
destino en ese instante; el
suelo.
Ahora ya está sola, sin ningún
rumbo y únicamente
dirigida por el viento que a
ratos la podrá levantar, pero
nunca será lo mismo, porque
la levantará llevándola
a otro sitio, pero ese sitio
nunca volverá a ser con sus
padres, ahora está sin una
parte de ella.
Nathalia Lara
COP D’ULL núm. 29 JUNY 2011