Sullivan, Conversaciones inconclusas - Histomesoamericana
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Hablando con el enemigo<br />
La Guerra de Castas comenzó en 1847 con un alzamiento de<br />
indios mayas contra el gobierno y los colonos blancos en las aisladas<br />
localidades del este de Yucatán. En los primeros meses de la<br />
guerra, bandas mayas rebeldes al mando de muchos líderes recorrían<br />
la península de Yucatán, saqueando aldeas, fincas y ciudades<br />
que se interponían en su ruta hacia el noroeste. Exterminaron, esclavizaron<br />
o pusieron en fuga a toda la población no india de la región,<br />
mientras por lo menos una parte de la población maya de cada<br />
provincia recién liberada les brindaba apoyo y reclutas. Por un<br />
tiempo pareció que la sociedad blanca de Yucatán y su discriminación<br />
basada en la raza (o "casta") podría desaparecer de la península,<br />
pues a mediados de 1848 sólo las grandes ciudades, Mérida y<br />
Campeche, y una angosta ruta hacia el mar, no habían caído bajo el<br />
control de los mayas rebeldes. La ofensiva maya, sin embargo, sufrió<br />
un colapso cerca de Mérida, la capital de Yucatán. Los rebeldes<br />
emprendieron la retirada.<br />
A fines de 1848, tras meses de contraofensiva contra los ejércitos<br />
rebeldes, el gobierno volvió a controlar las partes antes colonizadas<br />
de la península. Muchos de los que simpatizaban con los rebeldes<br />
se rezagaron en poblados que eran capturados nuevamente,<br />
mientras que cien mil rebeldes y sus familias se retiraban a las selvas<br />
casi deshabitadas del este y del sur. En los baluartes que estos<br />
refugiados pronto construyeron en las selvas que rodeaban la capital,<br />
Santa Cruz, los mayas rebeldes resistieron la reconquista durante<br />
más de medio siglo, asolando periódicamente las aldeas de<br />
Yucatán mientras buscaban una paz que les garantizara la autonomía<br />
conseguida a tan alto precio.<br />
Durante los primeros años del siglo veinte el ejército mexicano<br />
aún cazaba a rebeldes mayas en los bosques de Quintana Roo,<br />
devastando aldeas, quemando maizales, emboscando a los viajeros<br />
en la selva. Y a veces los rebeldes pagaban con la misma moneda.<br />
Los mayas hoy recuerdan esos tiempos como la "época de la esclavitud",<br />
un tiempo de temor y persecución, abyecta pobreza y gran in-<br />
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