MARCELO DANIEL ARANA - CÉSAR AUGUSTO BIANCO Fig. 12: Pastizales samofilos con isletas <strong>de</strong> Chañar, Sur <strong>de</strong> <strong>la</strong> provincia <strong>de</strong> Córdoba. Fig. 13: Arbustales <strong>de</strong> Jaril<strong>la</strong> (Larrea spp.), Sur <strong>de</strong> <strong>la</strong> provincia <strong>de</strong> La Pampa. 18
HELECHOS Y LICOFITAS DEL CENTRO DE LA ARGENTINA COMO SON LOS HELECHOS Y LICOFITAS? Los <strong>Helechos</strong> y <strong>Licofitas</strong> son <strong>la</strong>s p<strong>la</strong>ntas vascu<strong>la</strong>res más antiguas, cuyo origen pue<strong>de</strong> rastrearse <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el silúrico, 425 millones <strong>de</strong> años atrás, es <strong>de</strong>cir mucho antes <strong>de</strong> que los dinosaurios aparecieran en <strong>la</strong> Tierra. Luego <strong>de</strong> su aparición, los helechos se transformaron en <strong>la</strong>s p<strong>la</strong>ntas dominantes <strong>de</strong> <strong>la</strong> superficie <strong>de</strong> <strong>la</strong> tierra. Los bosques estaban formados por helechos gigantes que llegaban a alcanzar hasta 25 metros <strong>de</strong> altura, aunque en <strong>la</strong> actualidad muchos <strong>de</strong> ellos se han extinguido. Hay helechos <strong>de</strong> tamaño pequeño, que mi<strong>de</strong>n solo unos pocos centímetros y helechos arbóreos, que pue<strong>de</strong>n alcanzar más <strong>de</strong> 20 metros <strong>de</strong> altura. Los helechos son abundantes en lugares húmedos, en los bosques o cerca <strong>de</strong> los ríos, particu<strong>la</strong>rmente, como ya se ha expresado, en <strong>la</strong>s regiones montañosas y serranías. Estas p<strong>la</strong>ntas poseen verda<strong>de</strong>ras raíces, tallos y hojas, como el resto <strong>de</strong> <strong>la</strong>s p<strong>la</strong>ntas vascu<strong>la</strong>res, aunque en algunos casos han perdido alguno o varios <strong>de</strong> estos órganos durante el transcurso <strong>de</strong> su evolución. Los tallos pue<strong>de</strong>n llegar a formar verda<strong>de</strong>ros troncos, aunque en <strong>la</strong> mayoría <strong>de</strong> <strong>la</strong>s especies suelen ser subterráneos, es <strong>de</strong>cir, se encuentran creciendo bajo el suelo, al igual que <strong>la</strong>s raíces, que tienen <strong>la</strong> particu<strong>la</strong>ridad <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrol<strong>la</strong>rse a partir <strong><strong>de</strong>l</strong> tallo (adventicias), ya que <strong>la</strong> raíz <strong><strong>de</strong>l</strong> embrión muere pronto. El tallo <strong>de</strong> crecimiento subterráneo recibe el nombre <strong>de</strong> rizoma, y pue<strong>de</strong> estar cubierto <strong>de</strong> pelos o, más comúnmente, por escamas, lo que es importante <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> <strong>la</strong> sistemática <strong>de</strong> estas p<strong>la</strong>ntas. La parte que mejor vemos <strong>de</strong> los helechos son sus hojas, que pue<strong>de</strong>n ser enteras o estar muy divididas y pue<strong>de</strong>n <strong>de</strong> dos tipos diferentes, los licofilos (hojas <strong>de</strong> licofitas)y los eufilos (hojas verda<strong>de</strong>ras). Los licofilos existen únicamente en <strong>la</strong>s licofitas y se caracterizan por poseer sólo una nervadura central. Los eufilos pue<strong>de</strong>n ser gran<strong>de</strong>s o pequeños, reciben el nombre <strong>de</strong> fron<strong>de</strong>s y su característica más visible es que poseen varias nervaduras, aunque en algunos casos están sumamente reducidos (por ejemplo en <strong>la</strong>s especies <strong><strong>de</strong>l</strong> género Azol<strong>la</strong>). Las fron<strong>de</strong>s, que pue<strong>de</strong>n tener <strong>la</strong> lámina entera o estar hasta varias veces divididas, pue<strong>de</strong>n estar cubiertas por pelos, escamas o ceras <strong>de</strong> diverso color (Fig. 14). Algunas licofitas y helechos poseen <strong>la</strong> característica <strong>de</strong> polimorfismo foliar, es <strong>de</strong>cir encontramos varias formas distintas <strong>de</strong> hojas en <strong>la</strong> misma p<strong>la</strong>nta, comúnmente dos o tres formas diferentes, en general vincu<strong>la</strong>das con <strong>la</strong> reproducción (producción <strong>de</strong> esporas), que en este caso se <strong>de</strong>nominan esporofilos o con diversas adaptaciones al epifitismo, por ejemplo como se observa en <strong>la</strong>s p<strong>la</strong>ntas l<strong>la</strong>madas «cuernos <strong>de</strong> ciervo» (pertenecientes al género P<strong>la</strong>tycerium). REPRODUCCIÓN DE LOS HELECHOS Los helechos son <strong>la</strong>s únicas p<strong>la</strong>ntas vascu<strong>la</strong>res que no forman semil<strong>la</strong>s. Por supuesto, tampoco tienen flores. Entonces ¿cómo se reproducen? En general, los helechos pasan por dos estados a lo <strong>la</strong>rgo <strong>de</strong> su vida: uno se reproduce sexualmente y recibe el nombre <strong>de</strong> gametofito; el otro se l<strong>la</strong>ma esporofito y se reproduce asexualmente, mediante esporas. La p<strong>la</strong>nta que nosotros l<strong>la</strong>mamos helecho y que usualmente tenemos en casa por <strong>la</strong> belleza <strong>de</strong> sus fron<strong>de</strong>s, es el esporofito. Si a finales <strong><strong>de</strong>l</strong> invierno y durante toda <strong>la</strong> primavera y el verano miramos <strong>de</strong>tenidamente <strong>la</strong> parte inferior <strong>de</strong> <strong>la</strong>s hojas <strong>de</strong> un helecho serrucho, po<strong>de</strong>mos ver una especie <strong>de</strong> estructuras marrones, l<strong>la</strong>madas esporangios, en los cuales en su interior se <strong>de</strong>sarrol<strong>la</strong>n <strong>la</strong>s esporas. Estos esporangios pue<strong>de</strong>n cubrir toda <strong>la</strong> superficie abaxial <strong>de</strong> <strong>la</strong> hoja (envés), estar sólo en los bor<strong>de</strong>s y protegidos por el margen curvado <strong>de</strong> <strong>la</strong> lámina foliar o estar agrupados en estructuras bien <strong>de</strong>finidas l<strong>la</strong>madas soros, que pue<strong>de</strong>n o no estar protegidos por una estructura especial <strong>de</strong>nominada indusio. Los esporangios pue<strong>de</strong>n producir un tipo <strong>de</strong> esporas (p<strong>la</strong>ntas isospóreas) o dos tipos, megasporas y microsporas, en este caso <strong>la</strong> p<strong>la</strong>nta se <strong>de</strong>nomina heterospórea (característica <strong>de</strong> <strong>la</strong>s salviniáceas) y posee megasporagios o microsporangios, <strong>de</strong> acuerdo al tipo <strong>de</strong> espora que <strong>de</strong>sarrolle. Cuando <strong>la</strong>s esporas producidas por el esporofito caen en un lugar que reúne <strong>la</strong>s condiciones apropiadas <strong>de</strong> calor y humedad, empiezan a germinar y se transforman en el gametofito; el cual es una estructura mucho más pequeña que el esporofito y totalmente in<strong>de</strong>pendiente <strong>de</strong> él; generalmente <strong>de</strong> vida mucho más corta y que recibe el nombre <strong>de</strong> protalo. En el protalo se encuentran los órganos sexuales: el femenino o arquegonio y el masculino o anteridio. En algunas especies, estos órganos se encuentran en protalos separados. La vida <strong><strong>de</strong>l</strong> protalo es muy corta y dura hasta que se produce <strong>la</strong> fecundación <strong>de</strong> los óvulos <strong><strong>de</strong>l</strong> arquegonio, lo que solo pue<strong>de</strong> ocurrir en presencia <strong>de</strong> agua; <strong>de</strong> allí que estas p<strong>la</strong>ntas sean muy sensibles a los cambios ambientales. El óvulo fecundado origina un nuevo esporofito que formará su rizoma, su tallo subterráneo y sus fron<strong>de</strong>s. Es como si, durante una parte <strong>de</strong> su vida, <strong>la</strong> p<strong>la</strong>nta tuviera una forma, <strong>la</strong> que todos conocemos, y durante otra parte <strong>de</strong> su vida, tuviera otra forma totalmente distinta (Fig. 14). 19