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La antigüedad del futuro… / A. H. Toledo sinagoga del Cairo, y del cual se piensa que está relacionado con los Rollos del Mar Muerto. El documento también hace referencia al descenso de los Vigilantes y a su descendencia de gigantes: “Por haber caminado en la necedad de sus corazones, los Vigilantes del cielo cayeron, sí, fueron atrapados de ese modo debido a que no guardaron los mandamientos de Dios. De la misma manera también sus hijos, cuyos cuerpos eran como montañas, ellos también cayeron” (Gaster, 1957. Énfasis mío). 3. El Apocalipsis de Baruc es otro antiguo documento que confirma la historia de de los ángeles caídos. Escrito en siriaco, añade este nuevo concepto a la historia de los ángeles caídos: el origen de la corrupción fue la pecaminosidad de la raza humana; es decir, que fue el pecado humano lo que causó la caída de los ángeles. 4. Una colección de panfletos denominados El Testamento de los Doce Patriarcas (es decir, de los doce hijos de Jacob), hace también referencia a los ángeles caídos. No es una obra que contenga detalles tan amplios como el Libro de Enoc, pero sí hacen una interesante afirmación: las mujeres de la Tierra fueron las primeras en seducir y tentar a los ángeles. Bamberger (1952) dijo que en ese detalle, estos panfletos están de acuerdo con el antes mencionado Testamento de Baruc, aunque introducen un nuevo elemento, al sugerir que el acto en el que participaron los ángeles y las mujeres, era más de naturaleza psicológica que física: “De este modo ellas sedujeron a los Vigilantes antes del día del Diluvio, y dado que eran su continua contemplación, las codiciaron y concibieron el acto en sus mentes; pues cambiaron ellos mismos su forma a la forma de los hombres y aparecieron ante ellas cuando estaban con sus maridos; y ellas, codiciándolos 59
La antigüedad del futuro… / A. H. Toledo en sus mentes después que ellos se transformaron, dieron a luz gigantes” (Pág. 31). Lo que parece decirnos el Testamento de los Doce Patriarcas es que la “fornicación” y la “concepción” sucedieron en la mente. No obstante, los resultados habrían sido bien físicos, ya que “dieron a luz gigantes”. 5. El Libro de los Gigantes fue otra obra literaria relacionada con el personaje de Enoc. Fue ampliamente leída en el imperio romano, después de haber sido traducida a la lengua latina Se creía que los ‘gigantes’ eran la descendencia de los ángeles caídos y las mujeres (Eisenman, 1993). En el Libro de los Gigantes (i.e., 4Q531, 6Q8 Frag. 2 y 4Q530 Col. 2), el nombre de uno de los gigantes resulta ser el de Gilgamesh, justamente el héroe babilónico y personaje principal del famoso poema épico La Epopeya de Gilgamesh, escrito hacia el tercer milenio a. C. Fuentes paganas: Mitologías griega y romana Los documentos judíos no son los únicos que hacen referencia a los ángeles caídos. El mismo Corán contiene una breve referencia a dos ángeles venidos a la Tierra: Harut y Marut. Su caída tiene lugar cuando una hermosa mujer se presenta ante ellos. Estos ángeles habían sido advertidos con antelación que había tres cosas que les estaban prohibidas: 1) admitir la existencia de otros dioses; 2) matar, y 3) beber sustancias tóxicas. Y fueron precisamente estas tres cosas las que la encantadora mujer les puso como condición para poder disfrutar de sus favores sexuales. Finalmente, los ángeles accedieron a beber vino, y eso fue suficiente para que ella les concediera sus deseos. Otras fuentes de información son los abundantes mitos, leyendas, tradiciones y fábulas que hacen mención de “gigantes” sobre la Tierra en tiempos antiquísimos, y de cómo estos semidioses realizaron su unión sexual con las mujeres humanas. Varios académicos creen que los mitos en realidad emergen de un trasfondo de realidad histórica. Por ejemplo, Thomas (1971) 60
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<strong>La</strong> antigüedad <strong><strong>de</strong>l</strong> futuro… / A. H. Toledo<br />
en sus mentes <strong>de</strong>spués que ellos se<br />
transformaron, dieron a luz gigantes” (Pág. 31).<br />
Lo que parece <strong>de</strong>cirnos el Testamento <strong>de</strong> los Doce<br />
Patriarcas es que la “fornicación” y la “concepción” sucedieron<br />
en la mente. No obstante, los resultados habrían sido bien<br />
físicos, ya que “dieron a luz gigantes”.<br />
5. El Libro <strong>de</strong> los Gigantes fue otra obra literaria relacionada<br />
con el personaje <strong>de</strong> Enoc. Fue ampliamente leída en el imperio<br />
romano, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> haber sido traducida a la lengua latina Se<br />
creía que los ‘gigantes’ eran la <strong>de</strong>scen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> los ángeles<br />
caídos y las mujeres (Eisenman, 1993). En el Libro <strong>de</strong> los<br />
Gigantes (i.e., 4Q531, 6Q8 Frag. 2 y 4Q530 Col. 2), el nombre<br />
<strong>de</strong> uno <strong>de</strong> los gigantes resulta ser el <strong>de</strong> Gilgamesh, justamente<br />
el héroe babilónico y personaje principal <strong><strong>de</strong>l</strong> famoso poema<br />
épico <strong>La</strong> Epopeya <strong>de</strong> Gilgamesh, escrito hacia el tercer milenio<br />
a. C.<br />
Fuentes paganas: Mitologías griega y romana<br />
Los documentos judíos no son los únicos que hacen referencia a<br />
los ángeles caídos. El mismo Corán contiene una breve<br />
referencia a dos ángeles venidos a la Tierra: Harut y Marut. Su<br />
caída tiene lugar cuando una hermosa mujer se presenta ante<br />
ellos. Estos ángeles habían sido advertidos con antelación que<br />
había tres cosas que les estaban prohibidas: 1) admitir la<br />
existencia <strong>de</strong> otros dioses; 2) matar, y 3) beber sustancias<br />
tóxicas. Y fueron precisamente estas tres cosas las que la<br />
encantadora mujer les puso como condición para po<strong>de</strong>r disfrutar<br />
<strong>de</strong> sus favores sexuales. Finalmente, los ángeles accedieron a<br />
beber vino, y eso fue suficiente para que ella les concediera sus<br />
<strong>de</strong>seos.<br />
Otras fuentes <strong>de</strong> información son los abundantes mitos,<br />
leyendas, tradiciones y fábulas que hacen mención <strong>de</strong> “gigantes”<br />
sobre la Tierra en tiempos antiquísimos, y <strong>de</strong> cómo estos<br />
semidioses realizaron su unión sexual con las mujeres humanas.<br />
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