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13 de Diciembre de 2009 | El Diario Montañés | Universidad Menéndez... http://es.eprensa.com/cgi-bin/show_article.cgi?dir=20091213&file=nw...
Cantabria
CANTABRIA
Aquellas noches de copas
Hace 50 años, la apertura del Drink Club revolucionó el ocio nocturno en la ciudadFue uno de los primeros
espacios de copas de España y cambió los hábitos de la noche. Sus paredes encierran 50 años de historias
13.12.2009 - ÍÑIGO FERNÁNDEZ SANTANDER.
La Navidad de 1959 no fue una Navidad cualquiera. Además de las cenas,
los besugos y los caracoles, las celebraciones familiares y la vuelta a casa
de los que residían o trabajaban fuera, ése año se produjo un
acontecimiento excepcional en la historia de Santander. Para muchos pasó
desapercibido a primera vista, pero para todos tuvo consecuencias de muy
largo alcance. La apertura del Drink Club, en el Río de la Pila, supuso el
inicio de un profundo cambio en los hábitos de ocio y las costumbres
nocturnas de las nuevas generaciones.
El Drink Club fue una revolución, porque los efectos de aquella
transformación se han proyectado hasta hoy, y persisten. Las nuevas
tendencias de ocio nocturno importadas desde las grandes capitales
europeas, como París o Londres, tuvieron en este establecimiento su primer
acomodo en Santander, y uno de los primeros de España.
Fue debido a la visión de unos pioneros y a la presencia en la ciudad de un
Recuerdos de juventud. De izquierda a derecha,
Nacho, Víctor, Óscar, Paco, Dito, Toti y Pilo, en
el actual Drink. :: DANIEL PEDRIZA
cierto público extranjero de la mano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP). El contacto con otros
ciudadanos europeos tuvo un efecto concreto en la apertura de los primeros establecimientos de copas, más allá del
bar dedicado a las partidas de la sobremesa o las salas especializadas en la programación de espectáculos, hasta el
momento únicas manifestaciones, junto con las cafeterías, de la hostelería local.
El Drink Club abrió sus puertas en diciembre del año 1959 y otros establecimientos no tardaron en seguirle los pasos:
el York Club, en Santander; el Whisky A Gogó, en Torrelavega; el Drink, en Laredo; el Twist 61, en Castro Urdiales...
Fueron locales pioneros en la región y entre todos ellos transformaron las costumbres nocturnas de los jóvenes de
aquella época, y las posteriores.
Nada volvió a ser igual, desde entonces. La noche de Santander comenzó a cambiar, para siempre, tal día como hoy,
hace cincuenta años.
La figura de Ramón Calderón
Dito, Toti, Vitín, Óscar, Paco, Pilo, Nacho... eran jóvenes entonces. Hoy no lo son tanto, pero conservan aquella
mentalidad abierta y avanzada que en su tiempo les hizo caminar un poco por delante de los demás. También
conservan muchos recuerdos del Drink: como clientes, como músicos o como dependientes.
Todos coinciden en dos cosas: que el Drink revolucionó hábitos y mentalidades y que el mérito de todo ese proceso
debe atribuírsele a Ramón Calderón, su promotor. Fue el resultado de ciertos viajes a Italia, a París y a Londres, y de
una mente genial, que supo adelantarse a su tiempo, anticipando acontecimientos que, en todo caso, habrían de llegar
antes o después.
«Nunca paraba. Tenía una capacidad creativa de un gran calibre. Ramón nos unió a todos», explica Francisco García
Mancebo, que en el año 1961, siguiendo la senda iniciada por el Drink en Santander, abrió en Torrelavega el 'Whisky A
Gogó'. Paco atendió el local -el suyo- por espacio de 41 años. Sirvió copas a los padres, a los hijos y a los nietos,
entre ellos a las hijas del alcalde Jesús Collado, que al llegar a la ciudad le llamó a su despacho y le dijo: «Usted ha
venido a perturbar la moral de este pueblo». Luego se vio que no, y todos en Torrelavega le conocen como Paco Gogó.
La estética tan característica del Drink, revolucionaria para su tiempo -con abundancia de madera, sillones e
instrumentos y aparatos musicales- fue, a su juicio, una de las grandes aportaciones de Ramón Calderón.
También Óscar Gutiérrez identifica especialmente el fenómeno del Drink con su figura. «El Drink fue una rotunda
mutación en las noches santanderinas -asegura- y toda esa magia la trasladó después a Laredo». Fue allí, en Laredo,
donde Óscar Gutiérrez trabó mayor amistad con Ramón Calderón, tras abrir éste, en 1961, la versión laredana del
Drink del Río de la Pila. Después, Ramón y Óscar fueron socios: en el Drink (Laredo) y en el Pistón (Santander).
«Conocí a un Ramón liberal, esplenderoso, elegante, generoso, sorprendente... No se ha sabido reconocer lo que ha
significado Ramón Calderón en la noche santanderina», añade.
Óscar Gutiérrez también montó establecimientos por su propia cuenta, como Los Robles o el Biblos, en Laredo. En
ésos años, hacía viajes a París y Biarritz para escuchar música y comprar discos, que luego hacía sonar en sus locales
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