ABCDFLOUWP - Nodo 50

miento de objeción de conciencia, así como otros focos de lucha que hasta
entonces permanecían mudos o silenciados tras muchas décadas.
En 1986 Barcelona era una ciudad decadente, la industria tenía
menos peso económico, el paro azotaba las calles, gran parte de la juventud
nacida en los 70 moría en las calles por el fantasma de la Heroína, la delincuencia
era alta y la población reclusa por este mundo basado en la
Propiedad aumentaba de manera constante. Pero la paz social reinaba como
lo demostró la lucha contra el ingreso en la OTAN. Fue la constatación de la
derrota de toda una generación, mientras la nueva generación empezaba a
ser adoctrinada en los centros educativos-domesticadores, por los mass
media o esquilmada por la Heroína y/o atemorizada por el SIDA. Qué quedaba
de todo aquel movimiento social de los 70 en 1986, pues poca cosa. Lxs
autónomxs de carácter obreril estaban casi “extinguidxs”, algunos colectivos
o grupos autónomos, sin embargo, aún existían. En el ámbito más libertario
existían aún algunos ateneos, algunxs jóvenes adscritos a nuevos fenómenos
sociales, como pudo ser el ambiente Punk, manifestaban simpatías o un activismo
libertario, otras luchas más diversas, como el movimiento de objeción
de conciencia, siendo una excepción, se encontraba en una situación mejor
que en los 70. El anarcosindicalismo en los 80 se encontraba en pleno calvario
tras los diferentes procesos de divisiones internas iniciados casi desde su
florecimiento en 1976. En 1986 dos organizaciones se reclamaban como
CNT, en pleitos judiciales, luchas internas, reproches y tácticas y actuación
cotidiana diferenciadas. Mientras, quienes se seguían reclamando anarcosindicalistas,
veían como sus locales se vaciaban de obrerxs.
El verdadero triunfo del capitalismo fue integrar el pensamiento democrático
en la mayor parte de la población. Ya hemos comentado anteriormente
el papel de los sistemas educativos o el control de los mass media, la paz
social en el ámbito laboral, así como la eficiente marginación y criminalización
hacia quienes no aceptasen la nueva lógica capitalista. Tampoco se debe de
menospreciar el tejerazo de 1981, psicológicamente fue una advertencia
clara: si no os gusta lo que tenéis podemos volver al modelo antiguo... Pese
a que el tejerazo era más bien una advertencia a diferentes nacionalismos no
españoles, ya que “el problema obrero estaba solucionado” en 1981, no hay
que olvidar que para una derrotada clase obrera, era un factor más de debilitamiento.
De hecho en los 80 empezó a perderse la conciencia de clase por
la mentalidad capitalista basada en la competitividad, el esfuerzo, la constancia
para lograr, con un poco de suerte o genialidad, ascender socialmente en
esta vida. Y el capitalismo supo atraerse hacia su campo de acción a millones
de personas. En Barcelona esto es un hecho también visible. El nuevo sistema
político capitalista y democrático ha integrado a cientos de miles de personas
de la ciudad mediante algo tan básico como un puesto de trabajo. Es
decir, si sumásemos el número de funcionarixs del Ayuntamiento, de la
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sistemas de control.
En el mismo proceso de llevar a cabo esta lucha en el único modo en
que podemos llevarla a cabo -fuera de y contra toda formalidad e institucionalización-
empezamos a desarrollar nuevas formas de relacionarnos basadas
en la auto-organización, una horizontalidad basada en las diferencias únicas
que nos definen a cada unx de nosotrxs como individuos cuya libertad se
expande con la libertad del otrx. Es aquí, en la revuelta contra nuestra condición
proletaria, donde encontramos ese proyecto positivo compartido que es
diferente para cada unx de nosotrxs: la lucha colectiva por la realización individual.
Willful Disobedience Vol 2. N. 12
http://msnhomepages.talkcity.com/ProjectPl/willfuldisobedience
Traducción Palabras de Guerra
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