ABCDFLOUWP - Nodo 50
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puesto que en el fondo no son otra cosa que un encarnizado campo de<br />
batalla político, de la oratoria y de las manipulaciones. Sencillamente<br />
la aceptamos como un medio, porque en la cultura dominante es la<br />
forma primaria de coordinación que las personas “de la calle” suelen<br />
utilizar en momentos de conflicto. Pensamos que la construcción de<br />
nuevas y viejas formas de lucha, no basadas en las asambleas sería lo<br />
deseable, sin embargo nos rendirnos ante la evidencia de que aún, la<br />
mayor parte de las personas que se proclaman revolucionarias son<br />
partidarias de la democracia directa como método organizativo y reflejo<br />
de la autogestión de la futura sociedad revolucionaria. Pensamos<br />
que es un error y mostramos nuestras dudas, sin embargo no rechazamos<br />
la solidaridad entre nuestras respectivas luchas.<br />
El gran gueto antiautoritario es, en realidad, la suma de varios<br />
micro-guetos. Existe el gueto presista, el anarcosindicalista, el okupa,<br />
el feminista, el antiespecista, el primitivista, lxs insus, etc. Cada gueto<br />
tienen activistas eficientes, sin embargo rara es la lucha que logra el<br />
apoyo solidario de los otros micro-guetos. Pensamos que muchas<br />
veces perdemos el tiempo en debates que, ciertamente, son necesarios,<br />
pero que si no van acompañados de resultados prácticos no conducen<br />
a ningún lugar. Si debemos de esperar a que una lucha sea lo<br />
“suficientemente pura” cómo para interesarnos, deberíamos quizás<br />
dedicarnos mejor a otra cosa. Sobre la realidad que vemos a nuestro<br />
alrededor es en dónde debemos de incidir. Nos guste o no, debemos<br />
de poner nuestros esfuerzos en luchar por lo que nos motiva y, no lo<br />
olvidemos, nos apasiona y divierte también. A veces parece que hay<br />
compañerxs que parecen haber olvidado eso, y permanecen en sus<br />
respectivas torres de Babel machacándose el cerebro con estériles<br />
debates ideológicos... No somos vanguardia de nadie, sencillamente<br />
expresamos lo que pensamos.<br />
Y pensamos que los contactos, a falta de una corriente hegemónica,<br />
son necesarios, así como las coordinaciones y campañas realizadas<br />
más allá del reducido círculo más afín. Y no nos lamentamos,<br />
ciertamente, esta falta de corriente hegemónica, de centro neurálgico,<br />
nos libra de muchos problemas y pone en el mismo plano horizontal a<br />
todas las luchas, a día de hoy sólo mediante la solidaridad entre explotadxs<br />
podemos conseguir que éstas, aisladas entre ellas, logren cierta<br />
incidencia y conflictividad social.<br />
¿Quienes somos? Lxs que no creemos en el ciudadanismo ¿Qué<br />
queremos? No ser explotadxs ¿Qué hacemos ante la explotación?<br />
Luchar para su total desaparición. ¿Cómo lo podemos hacer? Mediante<br />
la lucha individual y colectiva contra cualquier forma de explotación.<br />
Y para nosotrxs la explotación es el resultado de ciertas rela-<br />
ciones sociales y medioambientales que nos provocan, en un plano<br />
individual y/o colectivo, la pérdida de nuestra/s autonomía/s. Es decir,<br />
cuando nos explotan acatamos roles de sumisión y obediencia. Y ni<br />
queremos ser sumisxs, ni tampoco queremos ser obedientes.<br />
Queremos poder decidir sobre todxs los aspectos vitales que nos afectan.<br />
En otras palabras, queremos ser soberanxs de nosotrxs mismxs.<br />
Y sabemos que eso sólo es posible bajo el resultado de relaciones<br />
libres de explotación entre personas. Es bien sencillo, no queremos<br />
explotar ni ser explotadxs. Bajo estas premisas, bajo este tipo de relaciones,<br />
estamos seguro que nuestras luchas podrán salir de su aislamiento<br />
y, ciertamente, pensamos que ya empiezan a surgir proyectos<br />
antiautoritarios que logran salir de su respectivo y estrecho marco de<br />
actuación.<br />
Sobre la lucha pensamos que cada persona que ha decidido<br />
luchar por su libertad es lo suficientemente madura para plantearse<br />
hasta dónde quiere llegar en un momento determinado. No somos<br />
nadie para valorar si es correcto o no el uso de la fuerza, nuestro día<br />
a día, nuestras impresiones personales, decidirán si apoyamos o no<br />
ese recurso.<br />
Ciertamente, nosotrxs pensamos que en este momento, si aparece<br />
una lucha interesante, potenciar su radicalización, ya sea porque<br />
formamos parte de la misma lucha o porque desde fuera nos cause<br />
simpatías, es un linea de actuación acertada. No tenemos fórmulas<br />
mágicas, pero ganas nos sobran.<br />
Por otro lado, la radicalización de la lucha la entendemos como<br />
una generalización social del conflicto, intentando que el conflicto<br />
rebase el estricto marco identitario de orígen, que no deja de ser una<br />
muestra de rechazo al poder establecido basado en relaciones jerárquicas<br />
y explotadoras. La solidaridad entre luchas, entre espacios diferentes<br />
pero con muchas cosas en común, es un camino que podemos<br />
explorar, valorar y entonces, decidir si es el camino correcto o no. Tirar<br />
piedras a nuestro propio tejado sólo nos provocaría un permanente<br />
aislamiento. Posiblemente esta sea una de las causas de las muchas,<br />
quizás demasiadas, lamentaciones en el llamado movimiento antiautoritario.<br />
Nuestra crítica general al Sistema es acertada, tenemos un<br />
montón de espacios, ateneos, centros sociales, distribuidoras, locales,<br />
periódicos... Posiblemente si se potenciasen más, si en vez de abrir<br />
otro nuevo local en un barrio con dos o tres locales más afines, medio<br />
vacíos en algunos casos, nos integrasemos y potenciasemos lo existente<br />
lograríamos un mayor conocimiento mútuo y en algunos casos<br />
una mayor incidencia en la calle. Si igualmente, potenciamos un proyecto<br />
existente pero no nos acaba de convencer, siempre podremos<br />
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