ABCDFLOUWP - Nodo 50

ateneos han muerto, de la década de los 70 sólo quedaría como “herencia” el
actual “Espai Obert” o el “Ateneu Enciclopèdic Popular”, sin embargo, en los
últimos tiempos han surgido varios locales nuevos en este ámbito que han
supuesto centros sociales con una mayor estabilidad, provocando que en
algunos de esos espacios se tengan medios mucho más desarrollados que en
los inestables centros sociales okupados. Acercándose a la década de existencia
tenemos el Ateneo Libertario del Besós, el más reciente es el Ateneo
Libertario de Sants. Otros proyectos similares se están formando, sin embargo
otros duraron poco tiempo, normalmente por las dificultades de hacer frente
al pago del alquiler... En el ámbito anarcosindical existe la CGT, proyecto
bastante moderado pero que en algunos momentos puntuales ha protagonizado
algunas luchas a tener en cuenta. Por otro lado la CNT “clásica” existe
por duplicado en Barcelona y su entorno. Luchas internas y sucesos que sirvieron
cómo excusa, forzaron una escisión para unxs, expulsión para otrxs, y
la creación de facto de dos CNT’s, la cerrada y a veces autocomplaciente sector
“federado” en el ámbito estatal (CNT- sector plaza Medinacelli) y otro “desfederado”
(CNT-sector c/ Joaquin Costa).
Es decir, los locales o espacios de encuentro de las luchas antiautoritarias,
en una ciudad de casi 2 millones de personas, enmarcada en una
área metropolitana que supera los 3’5 millones, se pueden resumir en una
veintena de Centros Sociales Okupados, con cierta inestabilidad en el tiempo
y a veces con práctica cotidiana más cercana a una sala de fiestas que a la
de un centro social, algún ateneo libertario o colectivo con local propio, escasos
pero con cierta estabilidad en el tiempo, y los dos locales existentes de
las diferentes ramas anarcosindicales.
Estos son los espacios que tenemos, pero igualmente debemos de
considerar que no existe una linea de actuación claramente hegemónica. No
existe un proyecto que aglutine a toda esta capa de marginales y automarginales
y, por el momento, lo que domina es un marcado relativismo, con unxs
activistas que en muchos casos son, cuanto menos, bastante eclépticos o
ambiguos, en cuanto a su linea de actuación cotidiana. Sin embargo vemos
como existen varios proyectos o formas de lucha diferenciadas.
La corriente que tiene más fuerza es una linea que podríamos calificar
como autónoma-libertaria moderada, que ha encontrado su base activa en
sectores de la CGT, del movimiento okupa y de ciertas asociaciones civiles.
Este proyecto se caracteriza por llevar cierta linea ciudadanista, a veces más
marcada, otras menos, dependiendo de la lucha y el contexto de la misma.
Normalmente su discurso se basa en una crítica contundente en los aspectos
más generales del funcionamiento del Sistema, sin embargo, en el momento
de plantear posibles reivindicaciones, éstas acaban siendo las auténticas finalidades
de la lucha. Por otro lado suelen ser luchas que alardean de su carácter
democrático. En cierta forma la finalidad ciudadanista es una mayor demo-
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DE PROLETARIO A INDIVIDUO:
HACIA UNA COMPRENSIÓN
ANARQUISTA DE LA CLASE
Las relaciones sociales de clase y explotación no son simples. Las
concepciones obreristas, que están basadas en la idea de una clase objetivamente
revolucionaría definida en cuanto a su relación con los medios de producción,
ignoran la multitud de aquellxs en todo el mundo cuyas vidas les son
robadas por el actual orden social pero que no pueden encontrar sitio dentro
de sus aparatos productivos. Por tanto estas concepciones acaban presentando
una comprensión limitada y simplista de la explotación y la transformación
revolucionaria. Para poder llevar a cabo una lucha revolucionaria contra
la explotación, necesitamos desarrollar una comprensión de las clases tal
como existen actualmente en el mundo, sin buscar ninguna garantía.
De una forma básica, la sociedad de clases es aquella en la que
están quienes dominan y quienes son dominadxs, quienes explotan y quienes
son explotadxs. Este orden social solo puede surgir cuando la gente pierde su
capacidad para determinar las condiciones de su propia existencia. Por tanto,
la característica esencial que comparten lxs explotadxs es su desposesión, su
perdida de la capacidad para tomar y llevar a cabo las decisiones básicas
sobre como vivir.
La clase dominante se define en términos de su propio proyecto de
acumulación de poder y riqueza. Aunque por supuesto hay conflictos significativos
dentro de la clase dominante en cuanto a intereses específicos y competencia
real por el control de los recursos y el territorio, este proyecto de tan
largo alcance que tiene como objetivo el control del poder y la riqueza social,
y por tanto de las vidas y relaciones de todo ser vivo, proporciona a esta clase
un proyecto positivo unificado. La clase explotada no tiene un proyecto positivo
semejante que la defina. En su lugar se define en cuando a lo que se le
hace, lo que se le quita. Habiendo sido despojada de los modos de vida que
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