Rehabilitación del Linfedema. Actualización y Protocolo
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miembro. Por otra parte, la circometría y la valoración de la consistencia de un linfedema en<br />
una persona obesa resultan dificultosas y están sujetas a más errores que en sujetos <strong>del</strong>gados,<br />
por lo que el sobrepeso es un factor que dificulta el diagnóstico y seguimiento <strong>del</strong> linfedema.<br />
En cualquier caso, de todos es conocido el efecto perjudicial <strong>del</strong> sobrepeso. Por todo esto,<br />
advertimos al paciente que mantenga un control adecuado de su peso y cuando es necesario<br />
recomendamos que lo reduzca de una manera saludable.<br />
6. Fármacos.<br />
El término de linfofármacos se aplica a todos aquellos productos farmacéuticos que actúan<br />
sobre el sistema linfático. En realidad son escasos. En teoría unos actuarían sobre el tono <strong>del</strong><br />
vaso (vasomotricidad) y otros modificando la presión de filtración efectiva <strong>del</strong> capilar y<br />
alterando la capacidad de presión coloidosmótica. Se han probado diferentes principios activos<br />
sin encontrar ninguno verdaderamente efectivo ni exento de riesgos. Tras haberse barajado la<br />
posibilidad de utilizar fármacos como los cumarínicos en algunos estudios, su indicación en el<br />
linfedema parece haber sido descartada al no haberse demostrado claramente su utilidad.<br />
Exponemos algunos de los mencionados:<br />
a) Diuréticos: habitualmente se desaconseja su uso en estos pacientes porque aunque<br />
favorecen la pérdida de líquido, las proteínas permanecen en el tejido celular<br />
subcutáneo y esto favorece la fibrosis y el aumento en la consistencia <strong>del</strong><br />
linfedema.<br />
b) Benzopironas: son los fármacos más utilizados en el tratamiento <strong>del</strong> linfedema, en<br />
especial la cumarina, dado que estimulan la proteolisis por los macrófagos. Los<br />
tratamientos son prolongados y requieren determinación periódica de las enzimas<br />
hepáticas por su riesgo de hepatotoxicidad. El tratamiento con 5,6-benzo-alfapirona<br />
se debe continuar durante 6 meses a 2 años para que se aprecie algún<br />
beneficio. No obstante, y a pesar de que hay estudios que los recomiendan 27 , las<br />
últimas revisiones señalan una falta de evidencia que apoye su uso 28, 29 . En España<br />
no se comercializan.<br />
c) Asociaciones, como Daflon®: actuación sobre edemas de origen venoso, sin<br />
actuación sobre el sistema linfático.<br />
Evidencias de los linfofármacos:<br />
En una revisión sistemática publicada en nuestro país en el pasado año con<br />
el propósito de investigar y contrastar la efectividad de los diferentes<br />
linfofármacos utilizados en el tratamiento <strong>del</strong> linfedema <strong>del</strong> miembro<br />
superior secundario a radioterapia y/o cirugía por cáncer de mama, no se<br />
han encontrado pruebas fehacientes para recomendar su uso. No se<br />
recomienda, por tanto, utilizar terapia oral ante la falta de evidencia que lo<br />
apoya así como por los efectos secundarios 28 .<br />
7. Otras terapias físicas (láser, microondas, ultrasonido, TENS,<br />
hidroterapia…).<br />
Se observan resultados contradictorios según el estudio realizado y, si bien algunos<br />
mencionan una mejoría con el tratamiento con láser, no han podido demostrar que tal mejoría<br />
sea cierta. En general, no se ha demostrado ninguna evidencia de eficacia para ninguna de<br />
estas terapias 6 . Por nuestra parte, no consideramos indicada ninguna terapia física al<br />
margen de la TFC en el tratamiento <strong>del</strong> linfedema.