El giro decolonial.indd - Patricio Lepe Carrión
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sistema, irremediablemente va capturando las racionalidades tradicionales,<br />
que con suma difi cultad persisten en las periferias.<br />
Como explica Arturo Escobar, en las distintas vertientes de las perspectivas<br />
críticas de la Ilustración, predomina la idea según la cual el proceso de globalización<br />
está inextricablemente unido a la actual crisis de la modernidad.<br />
Sea porque aquélla signifi ca la radicalización de ésta (en la línea de Lyotard,<br />
Giddens, Vattimo o Touraine) o, al contrario, porque la globalización muestra<br />
el fracaso del proyecto decimonónico (Virilio), ambos procesos quedan<br />
íntimamente vinculados (Escobar, 2003). Se asume, entonces, la idea de un<br />
orden (moderno) capaz de devenir universal; un orden que, emanado del centro<br />
del sistema, y gracias a la globalización, irremediablemente va capturando<br />
las distintas racionalidades que —con difi cultad— resisten a este proceso<br />
en la periferia. Mantener vigente este esquema supone, entre otras cosas,<br />
concebir la modernidad como un proceso totalizador que se extiende desde el<br />
centro (moderno) hacia la periferia (tradicional). Habría que analizar, entonces,<br />
de qué modo la tendencia de la literatura de movimientos a adoptar un<br />
pensamiento dicotómico tiene que ver con la noción eurocéntrica de la modernidad<br />
que, paradójicamente, aquélla toma de las perspectivas críticas de la<br />
Ilustración. 6<br />
LA DÉCADA DEL NOVENTA: PUNTO DE INFLEXIÓN OLVIDADO EN EL ESTUDIO<br />
DE LOS MOVIMIENTOS<br />
Si tomamos en serio la hipótesis antes expuesta, la siguiente tarea sería<br />
incorporar en la literatura de movimientos las discusiones sobre el carácter<br />
eurocéntrico de la modernidad y, a partir de ahí, explorar en qué medida<br />
cambian los términos de la discusión. A esta tarea han contribuido diversas<br />
corrientes, con sus ejercicios de deconstrucción de las dicotomías modernas.<br />
Las propias movilizaciones son una fuente de este tipo de ejercicios. Por<br />
ejemplo, las acciones contra los perjuicios del ALCA no suponen una simple<br />
estrategia defensiva u ofensiva ante el poder que, emanado del centro, se<br />
impone en la periferia. Son apuestas por consolidar, en estas zonas, modos<br />
particulares de alimentación, cultivo, consumo, propiedad, etc., que difícilmente<br />
deja intacto el modo de vida de quienes habitan las zonas centrales. En<br />
ese sentido, esas acciones constituyen complejos ejercicios que desmontan<br />
la tajante separación centro-periferia. Otra fuente de deconstrucción difícil<br />
de obviar es la academia (ciencias sociales, fi losofía y crítica literaria, entre<br />
otras áreas). Como veremos más adelante, sus ejercicios ya no serían ‘sobre’<br />
6 Esta idea de la globalización totalizadora del centro hacia la periferia queda aún más<br />
fortalecida con concepciones etapistas de la posmodernidad, como la de Habermas, que,<br />
para el caso de América Latina asume el fi lósofo cubano, Pablo Guadarrama. Según éste,<br />
aquí no se puede hablar de una entrada a la posmodernidad cuando la totalidad de la<br />
región todavía no ha alcanzado la modernidad. Al respecto puede revisarse el ensayo: “Los<br />
desafíos de la posmodernidad a la fi losofía latinoamericana”, de Castro-Gómez (1996, pp.<br />
15-45).<br />
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