El giro decolonial.indd - Patricio Lepe Carrión
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clasifi cación social colonial: el de raza, el de clase y el de género. 14 Y estos<br />
mecanismos clasifi catorios siguen presentes en la actualidad, de tal manera<br />
que en Latinoamérica el problema no se trata sólo de ser pobre, sino que la<br />
mayor experiencia de exclusión y explotación viene dada por la triple condición<br />
de ser mujer, pobre e india o negra. <strong>El</strong> poder, entonces, asume una<br />
forma colonial, más allá de la institucionalidad republicana y democrática de<br />
nuestros países. Este hecho, presente en nuestras cotidianidades, ha sido frecuentemente<br />
olvidado por los cientistas sociales que analizan la realidad basados<br />
en criterios eurocéntricos.<br />
De esta manera, la colonialidad del poder ha creado un tipo de diferencia<br />
que es colonial y que permite la reproducción de los mecanismos de subalternización<br />
de las poblaciones, instituciones, prácticas, conocimientos, lenguas<br />
y saberes, que durante la Colonia ocuparon el último escalón de la pirámide<br />
social, se mantuvieron segregadas durante la creación de las repúblicas y continúan<br />
siéndolo en la era del capitalismo globalizado.<br />
GEOPOLÍTICA DEL CONOCIMIENTO Y DE LAS LENGUAS<br />
Hemos de admitir que en el capitalismo contemporáneo los mecanismos<br />
de dominación no sólo vienen dados por el funcionamiento de un sistema<br />
económico que se pretende mundial e ineludible, sino también por otra serie<br />
de mecanismos que permiten la producción y reproducción de dicho sistema,<br />
con la colaboración o complicidad de sus implicados. En tal sentido es<br />
importante notar cómo otros órdenes de la vida funcionan de igual manera<br />
que la economía; específi camente me interesa resaltar cómo existe una distribución<br />
geopolítica del conocimiento y de las lenguas. Las lenguas y los<br />
conocimientos funcionan como funciona la economía: mediante un sistema<br />
valorativo, que clasifi ca asimétricamente la producción, consumo, distribución<br />
y circulación de bienes. 15<br />
Desde esta perspectiva, América Latina resulta una consecuencia y un<br />
producto de la geopolítica del conocimiento, que a su vez es un conocimiento<br />
fabricado e impuesto por la modernidad o por aquello que es fruto de la autodefi<br />
nición de modernidad. América Latina se fabricó como algo desplazado y<br />
periférico con respecto a la modernidad: los intelectuales de nuestros países<br />
asumieron tal desplazamiento y se esforzaron por ser modernos, como si la<br />
modernidad fuera el punto de llegada y no la justifi cación de la colonialidad<br />
del poder. De tal manera que hay que partir del hecho de que la historia<br />
del conocimiento está marcada geo-históricamente, tiene valor atribuido<br />
y un determinado lugar de origen; no existe el conocimiento abstracto ni<br />
14 Véase Aníbal Quijano (2000a, pp. 368-370).<br />
15 Sobre esta tetralogía (producción, consumo, distribución y circulación) y sus interrelaciones-determinaciones,<br />
véanse los Grundrisse de Marx, en donde justamente toma como<br />
punto de partida de su refl exión teórica el tema de la producción. Carlos Marx (1971, pp.<br />
5-20).<br />
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