El giro decolonial.indd - Patricio Lepe Carrión
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de-colonial como fundamentalmente diferente de otros <strong>giro</strong>s que se remiten<br />
a tensiones o ambigüedades dentro del pensamiento moderno mismo, tales<br />
como el <strong>giro</strong> lingüístico o el <strong>giro</strong> pragmático. Eso no quiere decir que el <strong>giro</strong><br />
de-colonial también explote las ambigüedades del pensamiento moderno<br />
europeo a favor de una práctica de la de-colonización. Son muchos los tipos<br />
de intervenciones críticas de los colonizados/racializados. Lo que signifi ca<br />
es que la orientación fundamental de este tipo de intervenciones, y la actitud<br />
correspondiente, se remiten al espanto y al grito de la subjetividad viviente<br />
y donadora frente a la modernidad/colonialidad, es decir, a la actitud <strong>decolonial</strong><br />
misma, y no al racionalismo, al positivismo, o a la actitud juguetona<br />
que muchas veces se reclama como particularmente posmoderna. Eso no<br />
quiere decir que no haya coincidencias con ideas modernas o posmodernas,<br />
o que inclusive se retomen conscientemente las mismas. Lo que quiere decir<br />
es que el pensamiento de-colonial puede tener elementos modernos o posmodernos,<br />
pero estos no son los únicos ni los más centrales o constantes. Por<br />
otro lado, hay que reconocer también que algunas ideas en la modernidad<br />
y la posmodernidad pueden remitirse a contribuciones del pensamiento <strong>decolonial</strong>,<br />
lo que quiere decir que hay elementos en el interior de las mismas<br />
para explotarlas en una dirección de-colonizadora. Pero para hacer esto de<br />
forma verdaderamente efectiva hay que reconocer las infl uencias, observar<br />
las diferencias entre distintas ambigüedades y fuentes de estos pensamientos,<br />
determinar las prioridades y cuestionarlas con base en las dimensiones <strong>decolonial</strong>es<br />
dentro de ellos y asumir el proyecto de de-colonización como propio;<br />
lo que presupone una alteración fundamental de las fuentes y coor denadas<br />
de pensamiento, y una suspensión del privilegio otorgado por discursos modernos<br />
y posmodernos. La misma muerte del sujeto moderno y posmoderno<br />
como hombre imperial está en cuestión.<br />
Volviendo sobre el signifi cado del <strong>giro</strong> de-colonial, éste representa, en<br />
primer lugar, un cambio de perspectiva y actitud que se encuentra en las<br />
prácticas y formas de conocimiento de sujetos colonizados, desde los inicios<br />
mismos de la colonización, y, en segundo lugar, un proyecto de transformación<br />
sistemática y global de las presuposiciones e implicaciones de la modernidad,<br />
asumido por una variedad de sujetos en diálogo. Es con respecto<br />
a ese proyecto que el trabajo de Du Bois, Césaire, Fanon, Dussel, Anzaldúa,<br />
al igual que los estudios étnicos y los estudios de género, encuentran uno de<br />
sus sentidos fundamentales. La idea que sugiero aquí, y que he defendido<br />
más ampliamente en otro lugar, es que el Discurso sobre el colonialismo de<br />
Césaire puede verse como una respuesta al Discurso del método de Descartes,<br />
desde una perspectiva de-colonial. 63 <strong>El</strong> Discurso sobre el colonialismo intenta<br />
relanzar preguntas básicas sobre el método, pero no a partir de las evidencias<br />
del “yo conquistador”, sino de las dudas del “yo conquistado”, condenado o<br />
sub-otro. De ahí que Césaire proponga que la pregunta central para repen-<br />
63 Esta es la tesis central de mi ensayo, “Aimé Césaire y la crisis del hombre europeo”, que<br />
forma parte de la edición crítica de Aimé Césaire, Discurso sobre el colonialismo (2006).<br />
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