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El giro decolonial.indd - Patricio Lepe Carrión

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trol del trabajo y sus recursos, junto a la esclavitud, la servidumbre, la producción<br />

independiente mercantil y la reciprocidad, alrededor y sobre la base del capital y del<br />

mercado mundial (2000b, p. 533).<br />

<strong>El</strong> proyecto de colonizar a América no tenía solamente signifi cado local.<br />

Muy al contrario, éste proveyó el modelo de poder, o la base misma sobre la<br />

cual se iba a montar la identidad moderna, la que quedaría, entonces, ineludiblemente<br />

ligada al capitalismo mundial y a un sistema de dominación, estructurado<br />

alrededor de la idea de raza. Este modelo de poder está en el corazón<br />

mismo de la experiencia moderna. La modernidad, usualmente considerada<br />

como el producto, ya sea del Renacimiento europeo o de la Ilustración, t iene<br />

un lado oscuro que le es constitutivo. 16 La modernidad como discurso y práctica<br />

no sería posible sin la colonialidad, y la colonialidad constituye una dimensión<br />

inescapable de discursos modernos.<br />

¿Cómo surgió la colonialidad del poder? Quijano ubica su origen en discusiones<br />

sobre si los indios tenían alma o no. Nuevas identidades fueron<br />

creadas en el contexto de la colonización europea en las Américas: europeo,<br />

blanco, indio, negro y mestizo, para nombrar sólo las más frecuentes y obvias.<br />

17 Un rasgo característico de este tipo de clasifi cación social consiste en<br />

que la relación entre sujetos no es horizontal sino vertical. Esto es, algunas<br />

identidades denotan superioridad sobre otras. Y tal grado de superioridad se<br />

justifi ca en relación con los grados de humanidad atribuidos a las identidades<br />

en cuestión. En términos generales, entre más clara sea la piel de uno, más<br />

cerca se estará de representar el ideal de una humanidad completa. 18 Según<br />

el punto de vista de los conquistadores, sirvió para crear nuevos mapas del<br />

mundo; la geografía continuó produciendo esta visión de las cosas. <strong>El</strong> mundo<br />

entero fue visto a la luz de esta lógica. Este es el comienzo de la “colonialidad<br />

global”. 19 Es cierto que, en 1537, el Papa declaró a los amerindios como humanos,<br />

sin embargo, como bien lo señala Quijano (1992):<br />

Desde entonces, en las relaciones intersubjetivas y en las prácticas sociales del poder,<br />

quedó formada, de una parte la idea de que los no-europeos tienen una estructura<br />

biológica, no solamente diferente de la de los europeos, sino, sobre todo, perteneciente<br />

a un tipo o a un nivel “inferior”.<br />

Habría que añadir a esto que además de una diferencia colonial entre colonizadores<br />

y colonizados, establecida a través de la idea de raza, también se<br />

establecieron diferencias entre colonizadores y colonizados. Esto indica que<br />

la diferencia colonial (un término acuñado por Mignolo) estuvo acompañada<br />

16 Véase Walter Mignolo (2003b).<br />

17 Véase Aníbal Quijano (1992).<br />

18 Véase Lewis R. Gordon (1995) y (2000a); Nelson Maldonado-Torres (2006b) y Sylvia Wynter<br />

(1995).<br />

19 Sobre colonialidad global, véase Chloe S. Georas (1997), Ramón Grosfoguel (2003) y Walter<br />

Mignolo (2002, pp. 215-244; y 2000a).

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