recursos virtuales para problemas reales - liz vidal
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sobre todo procedimentales y<br />
actitudinales– de parte de los<br />
docentes mediante la presencia<br />
de un tutor; y que prevea la<br />
evaluación sobre la manera en<br />
que esa apropiación se plasma en<br />
la tarea áulica, en qué términos se<br />
establece la relación docente –<br />
alumno y qué resultados da<br />
(Burbules y Callister, 2001: 111).<br />
Para Burbules y Callister, un<br />
usuario crítico es una “categoría<br />
intermedia” entre el<br />
navegador/surfista y el<br />
hiperlector, esto es:<br />
[…] aquellos que saben lo suficiente<br />
<strong>para</strong> uti<strong>liz</strong>ar el sistema a fin de hallar<br />
lo que buscan, pero que también<br />
tienen la conciencia necesaria <strong>para</strong><br />
advertir que lo encontrado quizás no<br />
sea todo lo que haya por saber.<br />
[Cuentan] con una mirada analítica<br />
respecto de la información hallada y<br />
están abiertos a la posibilidad de que<br />
puede haber algo más. (Burbules y<br />
Callister, 2001: 111)<br />
Para lograr este objetivo,<br />
necesitamos de criterios de<br />
búsqueda, selección,<br />
jerarquización que los docentes<br />
ya poseen –aplicados a otros soportes, como el libro– y que, en el trabajo<br />
mismo del aula, pueden transmitir a sus alumnos, en general más diestros en el<br />
manejo tecnológico como <strong>para</strong> hacer del acceso y la búsqueda una experiencia<br />
interesante, amena y valiosa. Quizás, por qué no:<br />
[…] algunos de ellos desarrollen el grado de conocimientos e iniciativa que les permitan<br />
convertirse en hiperlectores, es decir, personas capaces de desplazarse dentro del hipertexto<br />
y de abrirse paso en él, generar un nuevo conocimiento, construir sistemas persona<strong>liz</strong>ados,<br />
etc. (Burbules y Callister, 2001: 111)<br />
Es ambicioso. Pero en todo caso, difícil de lograr sin pasos anteriores, relativos<br />
a la alfabetización tecnológica y la familiarización con la lógica de los nuevos<br />
lenguajes. “La hora de la alfabetización es la hora de la praxis comunicativa, y la<br />
praxis se alimenta de productos o transferencias”, de una “vuelta a los<br />
lenguajes” <strong>para</strong> evitar quedarnos, como hasta ahora, en la cuestión tecnológica<br />
y “aprovechar su potencial comunicador(a) como herramienta didáctica”<br />
(Emiliozzi, 2003:14).<br />
UNA NUEVA EDUCACIÓN?<br />
Entre los especialistas hay consenso respecto de lo que se debe esperar de la<br />
nueva formación docente y de los aprendizajes que necesitan los alumnos: “los<br />
chicos no sólo deben aprender a agi<strong>liz</strong>ar las búsquedas (frente a la gran<br />
cantidad de información disponible), sino que también tienen que ser críticos,<br />
saber distinguir lo verdadero de lo falso y reconocer fuentes confiables” dice<br />
(17)<br />
Patricia Pomiés, coordinadora de contenidos dinámicos del portal Educar ;<br />
mientras que los docentes deben tomar <strong>para</strong> sí la verificación de las fuentes de<br />
conocimiento, una actividad que normalmente hacían las editoriales, indica el<br />
(18)<br />
director de un Colegio .<br />
Edith Litwin lo presenta de esta manera, en el mismo artículo:<br />
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