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CANTO. XXV. t93
Pero de que varon por Dios ele¿lo
Para tan alta y fingular jornada,
Temes, me di? fi el celeflial decreto
Rompe por ti la via;mas cerrada?
No vees 9 elTiaxcallaná al cielo ateto,
Tiene la ciega mente ya alumbrada?
Y que por el Autor detpdacofa,
Contigo es fu fiereza carictofa.
No vees que el fuerte jouen refulgente,.
A quienfuç.la ruyna cometida .
Del angel comunero inobediente,
En aquella batalla tan reñida,
Sigue tu juma caufa protnptamente,
Y erra prouincia,beliea temida
Reduze a tu arpillad tan fin fatigas,
Para que defde alli tu fin configas.
Q uien os (abra dezir,con el despecho,
Que el Mexicano Rey la nueua escucha
Del finiefro fuceíFo y duro eftrecho?
El fiero eftrago,y la matança mucha:
Hierue la ira en el gallardo pecho,
Trauando por mof rarf e ardiente lucha,
Brama fogoso por cruel vengança,
Del hado blasfeniando,y fu Fnudanc_ a.
00 5 . Mas
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