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CANTO XXV.
Sucedio al claro dia el ciego velo
Noaurno,embuelto en cã fufio y efpãto,
Mas no mejora del Vngido elduelo,
Que ella hambriento, y de morir a cato;
El general de Chrifto eldd ^confuelll
ãto,
Viendo,y la confufion, Ç Y
A la oracion proflrado fe difpufo,
Dei frequentada por coflumbr e y vro.
Per fe&o hazedor de toda cofa,
Dize, en cuya copiofa confiança,
Contra ella turba idolatra orgullofa,
Alce eflanda,rte,y empuñe la lança,
Mira con faz benigna y piadofa,
Como del bautizado pueblo alcança
El monftruo Stigio profper a Vitoria,
De que atribuye a fu poderla gloria,
Sufpende del cafligo eljuilo efeao,
Contra cae pueblo mifero y errado,
Que con amargo llanto y tierno'afçao;
Su proceder condena mal mirado:
No llego tarde arriba el ruego acepto,
Que cjual bolante paxaro alentado
Las nuues penetró y hirio el oydo
Del padre omnipotente enternecido.